Trump escapa de la controversia por masacre en sinagoga y regresa a campaña

Trump escapa de la controversia por masacre en sinagoga y regresa a campaña

Donald Trump, | EFE/Jim Lo Scalzo

 

El presidente de Estados Unidos Donald Trump, se lanzó el miércoles a la recta final de la campaña antes de las elecciones de medio mandato, luego de intentar deshacerse de las acusaciones de que su amarga retórica antiinmigrante ayudó a impulsar la masacre en la sinagoga de Pittsburgh.

Trump se dirigía a Florida para llevar a cabo el primero de 11 mitines a través de ocho estados, antes de las elecciones del próximo martes.





El mandatario espera motivar a la base central de los votantes republicanos para así retener el dominio en ambas cámaras del Congreso, mientras los demócratas amenazan con hacerle la guerra incluso si logran un control parcial.

Pero volver al terreno entre ruidosos fanáticos y admiradores también le dará al presidente la oportunidad de reorganizar su narrativa, luego de la incómoda visita el martes al lugar donde ocurrió la masacre de Pittsburgh.

Acompañado de su esposa Melania, de su yerno judío ortodoxo Jared Kushner y su hija Ivanka, Trump jugó el típico papel presidencial de “sanador en jefe” en la sinagoga del Árbol de la Vida, donde un fanático presuntamente antisemita mató a 11 personas la semana pasada.

Sombrío y atento, Trump colocó piedras conmemorativas y pasó más de una hora en un hospital con la viuda de uno de los fallecidos.

Pero se desató una tormenta política en torno a la visita, que los opositores y ruidosos grupos de manifestantes locales dijeron que no debió haberse llevado a cabo, debido a las acusaciones de que la retórica divisiva y a menudo violenta de Trump sobre inmigración inspiró al atacante.

– “Pequeña protesta” –

Para ilustrar de manera cruda la controversia, cuando el presidente arribó de Washington no había nadie disponible para reunirse con él, más allá del comandante de la base aérea local y su esposa.

Por lo general en los viajes presidenciales, una línea de saludo de funcionarios y partidarios espera al Air Force One en la pista.

El alcalde de Pittsburgh estuvo entre los que sugirieron que Trump se mantuviera alejado.

La Casa Blanca se puso a la defensiva. La vocera Sarah Sanders señaló que también “algunos le pidieron a Trump que viniera”.

“El presidente quería mostrar sus respetos en nombre del país completo y representar al país en este momento”, dijo Sanders.

Sin embargo, para el miércoles, Trump había recuperado su habitual confianza en sí mismo, rechazando las críticas y demostrando que no tiene intención de alejarse del foco cada vez mayor de la inmigración.

“Melania y yo fuimos muy bien tratamos ayer en Pittsburgh”, tuiteó Trump. “No vimos la pequeña protesta, se organizó muy lejos. Las Fake News (noticias falsas) fueron todo lo contrario, ¡vergonzoso!”

Luego exploró su último y llamativo plan para reducir la inmigración: la eliminación del derecho protegido por la constitución de ciudadanía para cualquier persona que nazca en territorio estadounidense.

El derecho automático, que también se otorga en los países vecinos de Canadá y México, ha sido criticado por ser obsoleto, proporcionando un resquicio para los hijos de inmigrantes ilegales.

AFP