El caso Khashoggi puede alterar el liderazgo en Oriente Medio

Un hombre se lamenta por un memorial improvisado hecho de velas y carteles que representan al periodista saudita Jamal Khashoggi durante una reunión frente al consulado de Arabia Saudita en Estambul, el 25 de octubre de 2018. – Jamal Khashoggi, colaborador del Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre de 2018 después de una visita al consulado saudí en Estambul para obtener el papeleo antes de casarse con su prometida turca. (Foto por Yasin AKGUL / AFP)

 

El asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul puede alterar el liderazgo en Oriente Medio, aumentando la influencia de Turquía en detrimento de Arabia Saudita, estiman varios analistas.

Este es el objetivo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, principal apoyo en el mundo árabe de la cofradía de los Hermanos Musulmanes, bestia negra de Arabia Saudita y de sus aliados, sobre todo Emiratos Árabes Unidos y Egipto.





Aunque el asesinato de Khashoggi por un comando saudí el 2 de octubre dañó de por sí la reputación de Arabia Saudita, lo que realmente podría tener efectos duraderos es la eventual implicación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, conocido como MBS.

Si se demuestra que está implicado, estiman los analistas, Erdogan podría ejercer presión sobre el príncipe, pero es improbable que la familia real lo aparte de su camino al trono.

“El asesinato de Khashoggi ofrece a Erdogan una ocasión de oro para ejercer presión sobre Arabia Saudita y hacer emerger a Turquía como el nuevo líder del mundo musulmán”, estima Lina Khatib, responsable del programa Oriente Medio y norte de África en Chatham House.

“La crisis Khashoggi es un importante desafío geopolítico para Turquía, que parece gestionar el asunto con maestría. Pero Turquía sola no puede forzar la salida de MBS. En este aspecto, el balón está en campo estadounidense”, añade.

– “Oportunidad” para Erdogan –

Para Erdogan lo esencial a nivel “geopolítico” es reflotar a los Hermanos Musulmanes, que Riad quiere marginar en el mundo árabe. En Egipto fueron expulsados del poder y reprimidos de forma cruenta en 2013 por el actual presidente, Abdel Fatah al Sisi.

El dirigente turco también intentará que Riad haga concesiones sobre Catar, rico emirato con buenas relaciones con Turquía pero bajo bloqueo de Arabia Saudita y de sus aliados del Golfo desde junio de 2017.

“Creo que Erdogan ve una oportunidad de desafiar la triple ‘entente’ en Oriente Medio compuesta por la Arabia de MBS, los Emiratos de MBZ (Mohamed bin Zayed) y el Egipto de Sisi”, resume Soner Cagaptay, del Washington Institute of Near East Policy. “Estos tres países árabes se oponen a la política de Erdogan, favorable a los Hermanos Musulmanes”, añade.

Sinan Ulgen, presidente del Center for Economics and Foreign Policy (Edam) de Estambul, juzga que un “debilitamiento de MBS constituye una victoria para Erdogan, visto el posicionamiento de Turquía sobre Catar y los Hermanos Musulmanes”.

“Pero aún se está por ver si Ankara podrá transformar la coyuntura actual en una ventaja duradera, que reforzaría su influencia regional en detrimento de Arabia Saudita”, añade.

Nicolas Heras, del Center for New American Security, ve al caso Khashoggi como “el último capítulo hasta la fecha en la rivalidad entre Turquía y Arabia para asumir el liderazgo del mundo musulmán”.

– “Poner a MBS en su sitio” –

Erdogan “cree que puede usar el caso Khashoggi para poner en su sitio a Mohamed bin Salmán, y con él a Arabia Saudita”, agrega.

Aunque se cuida de implicarlo directamente en el caso, Erdogan trata de mantener bajo presión al príncipe heredero saudita, según Karim Bitar, del Instituto de la Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris).

“Erdogan es consciente de que tiene munición susceptible de debilitar a MBS en la escena internacional, y está viendo cómo puede sacar el máximo partido” de ésta, sostiene.

Los países occidentales desconfían y es posible que orienten las presiones hacia el cese de la guerra en Yemen (donde Riad encabeza una coalición árabe) y el levantamiento del bloqueo de Catar, señalan expertos.

“Creo que el bloqueo a Catar terminará pronto y que los sauditas encontrarán la manera de apoyar los esfuerzos de la ONU respecto a Yemen”, estima Steven Cook, del laboratorio de ideas Council on Foreign relations.

Bitar añade que Estados Unidos cuenta con el apoyo de MBS a su esperado plan de paz para poner fin al conflicto israelo-palestino y también para frenar a Irán.

Washington podría incitar a MBS “a un acercamiento a Israel y a mantener una línea dura respecto a Irán”. AFP