Unas declaraciones recientes del embajador colombiano en EE.UU., Francisco “Pacho” Santos, han sido tomadas como la negación definitiva de una intervención militar por ciertos opinadores que alientan la participación electoral sin garantías de ningún tipo, algunos en pro de sus business. Cosas veredes.
Veamos lo dicho:
“Yo no tengo dudas de que si ellos (los opositores venezolanos) asumieran el liderazgo, hasta Estados Unidos les seguiría. Ellos hoy tienen más legitimidad que el gobierno. Es el momento de que ellos salgan y den la cara”, indicó Santos durante una entrevista a El Nuevo Herald.
“Ellos están esperando que sean los otros los que les resuelvan los problemas, y eso es un gran error. Nadie lo va a hacer por ellos”, añadió.
Leo y releo el texto y salvo un acertado llamado a “amarrarse los pantalones” a la oposición venezolana, no veo la fulana “negación” a la intervención militar. Pero en el supuesto de que mis capacidades no me alcancen para ver ver en el entrelíneas la referida negativa, solo puedo advertir que cuando el señor “Pacho” Santos expresó todo lo contrario hace mes y medio lo dijo claro y raspao:
“Se han oído voces sobre operaciones militares unilaterales. Creemos que debe darse una respuesta colectiva a la crisis (en Venezuela), pero también creemos, déjenme ser muy claro, que todas las opciones deben considerarse. Y que el régimen de Maduro deber ser presionado política, económica y estratégicamente en todos los niveles”, aseguró Santos durante un evento sobre la situación en Venezuela del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) de Whashington.
Me meto en el brete no con el propósito de alentar una intervención militar -soy un consumado pacifista- sino de llamar la atención contra las manipulaciones de opinión. Pues, sin duda, la mesa está servida pero con “todas las opciones”.