Con la sentencia de mí padre de que la justicia la administra Dios, el hombre administra legalidad, podemos adentrarnos a visualizar cómo debe ser un sistema de justicia que brinde certeza y paz a la sociedad venezolana. Pero además, hacerlo oyendo al Dr. Román Duque Corredor y a la Dra. María Luisa Acuña es un deleite, ya que se han dedicado a recorrer el país llevando esperanza, que de este estado anarquía y arbitrariedad judicial puede y deben cambiar, agradecida infinitamente por ello. Con lo cual me viene una anécdota, también de mí padre, cuando oyó criticar que los jueces eran postulados por los partidos políticos, dijo no importa quién los proponga, sino que cuando juzguen lo hagan apegados a la ley.
En ese sentido, traigo a colación los consejos que Don Quijote le dio a su escudero Sancho, en cuanto a la legalidad porque la arbitrariedad que da cabida a la ignorancia; a la igualdad para que hallaran en él tanta compasión las lágrimas del pobre como la información del rico; al equilibrio porque vale más un Juez compasivo que rencoroso… ello para que veamos que ni la corrupción, ni la presión del gobernante sobre la justicia, son exclusivos de estos tiempos es un pasivo moral que tienen las sociedades que saldar. Además, porque como consecuencia de esos sabios concejos, cuando Sancho gobernó la Ínsula de Barataria, le toco juzgar lo hizo con sapiencia. Cuando un joven le quita la honra a una joven, lo lleva ante Sancho y le dice: este señor me quitó mi honra, acto seguido Sancho ordenó que el joven entrega una bolsa de dinero, ambos se van, pero Sancho llama aparte al joven y le dice: ahora trata de quitarle el dinero, el joven lo hace y la ella como una fiera lo regresó arrastrándolo, entonces Sancho les dijo: ahora le devuelves la bolsa de dinero porque si hubieras defendido tú honra como defendiste el dinero, nada de esto hubiera pasado.
Por ello, son tan importante los concejos que nos dan estos ilustres juristas, cargados de valores, responsabilidad y amor por la justicia. Para que pasemos del autoritarismo reinante, del control absoluto gubernamental, de la arbitrariedad, detenidos sin audiencia, algunos sin juicio, sin visitas, tortura blanca… de las violaciones a al derecho de propiedad, con el grito irresponsable de ocupa tu casa y exprópiese … violaciones al debido proceso… del desorden administrativo, oficinas desmanteladas sin las herramientas mínimas, míseros sueldos, sin papel, ni computadoras… mediante un proceso de transición, un tiempo en el cual se ordene la administración de justicia, que va desde la indemnización a las víctimas hasta el orden de todo el entramado judicial.
Esa transición debe exigirla la sociedad venezolana, que asuma el rol de vigilancia y control de la legalidad, del estado de derecho y la democracia. Conceptos que son indispensables para la evolución de la sociedad venezolana, parafraseando a Lachner el buen orden hace al malo bueno, el orden brinda seguridad el desorden es caos.
@carlotasalazar