Al fin recapacitó el zapatero con ayuda de la realidad

Foto: Se trata de Miguel Apaza, un zapatero que consiguió alejarse de la droga y otros vicios / El Deber

 

Miguel Apaza (34) habla sin tapujos de su pasado. Cuenta que se inició en la vida de las calles a los 14 años, cuando abandonó la casa de su madre, que luchaba por mantener a sus seis hermanos, ante el desamparo de su padre. Tras el largo periplo de habitar en canales y avenidas de Santa Cruz y Cochabamba, recompuso su vida hace un año, cuando alcanzó el sueño que alimentó como antídoto contra sus pesadillas: instalar una zapatería, reseña El Deber.

En realidad no fue fácil. Reconoce que tuvo muchos intentos y sufrió varias recaídas. A los 30 años comprendió que le costaba cada vez más salir de ese pozo profundo al que caía cuando se desvanecía el efecto de las drogas (clefa, marihuana, píldoras, pitillo). “Cuando fumaba era feliz, pero luego venía la depresión y en las noches sufría pesadillas”, relata.





Miguel, se declaró entusiasmado por las charlas que dirige a jóvenes como él a través de la fundación Calentando Corazones, y espera que con trabajo y esfuerzo logre recuperar la confianza de su familia, con la que mantiene poca comunicación, pero a la que podrá visitar en breve, pues Amaszonas, tras conocer su historia, le regaló el pasaje para ir hasta Cochabamba.

 

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