Vicente Brito: Fracaso en los programas públicos para producir alimentos generan escasez y altos precios

Vicente Brito: Fracaso en los programas públicos para producir alimentos generan escasez y altos precios

Foto: Prensa

 

 

El presidente de la Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, Vicente Brito, señaló que el fracaso en los programas públicos para producir alimentos es el responsable de la escasez y los altos precios.





Nota de Prensa

Buena parte de las inversiones que se han realizado en distintos programas para la producción de alimentos, los resultados obtenidos no son acordes con los miles de millones de bolívares y dólares utilizados para su implementación y que tenían como meta obtener mayores cantidades de alimentos y a menor precio. Buena parte de estos se realizaron en tierras y empresas que eran privadas.

Estos se desarrollaron durante los últimos 13 años en programas denominados:

Alba Pesca, Misión Agrovenezuela, así como el plan de industrialización del campo que comprendía la adquisición de plantas agroindustriales, maquinaria, tractores, barcos de pesca, equipos, vehículos, etc. Con lo cual se multiplicaría los niveles de producción de alimentos a niveles nunca visto.

La misión Agro Venezuela tenia previsto la siembra de millones de hectáreas para triplicar la producción de maíz, caña de azúcar, sorgo, plátanos, caraota, café, soya, yuca, arroz, entre otros. Así como el aumento de la producción de pollos, huevos y carne. Para lo cual se expropiaron granjas (la Caridad donde se producía el 50% del Pollo y huevos que consumíamos), procesadoras de leche (lácteos los andes), decenas de hatos donde se producía el 40% del consumo nacional de carne (Charcote, Vergareña, el Frío, etc). Se adquirieron maquinarias, equipos, vehículos, implementos de todo tipo para la producción.

Hoy no producen ni el 15% de cuando eran privadas. Se estima se invirtieron más de 50.000 millones de dólares.

Vamos a considerar el programa de adquisición de plantas agroindustriales y maquinarias para la masificación de la producción y procesamiento de alimentos.

Donde los montos manejados fueron de miles de millones de dólares.

Muchos fueron los créditos en bolívares y dólares preferenciales otorgados para hacer al país una “potencia económica”, los resultados están a la vista ya que los beneficiarios no todos cumplieron con la realización de los proyectos presentados.

El resultado observado es que quedaron una cantidad de plantas, equipos, galpones, instalaciones, etc. a lo largo y ancho del país que no lograron arrancar ni producir aunque fuera parte de su producción prevista. Se estima en más de 10.000 millones de $  los montos aportados a estos programas.

Vale destacar dos de los más importantes proyectos realizados como fueron: la planta Procesadora de soya ubicada en el Tigre y Albapesca(para producir el pescado más barato del mundo).

PLANTA PROCESADORA DE SOYA.

La cual se anunció como totalmente construida con una inversión de cientos de millones de dólares, para abastecer el consumo nacional de aceite vegetal y de torta de soya para producir alimentos concentrados para obtener pollos, huevos y leche. Hoy está abandonada y sus instalaciones y equipos buena parte irrecuperables. Miles de hectáreas nos fueron quitadas a los privados para producir soya. Están a la vista el abandono de esas tierras. Se estima que el total utilizado en este programa supera los 2.000 millones de $. No se produce nada.

ALBA PESCA

Tenía previsto incrementar la producción de pescado con precios bajos para el consumidor, para lo cual se adquirieron barcos de pesca, instalaciones para procesar y almacenar productos del mar. Se expropió a la emblemática Sardinas la Gaviota que cubría buena del consumo nacional de sardinas enlatadas. Éramos el quinto productor de atún del mundo.

Los resultados están a la vista en las cantidades hoy producidas. El monto invertido en este programa se estima superan los 5.000 millones de dólares.

Esto nos demuestra que la caída de la producción nacional, es el resultado de las expropiaciones y confiscaciones realizadas a las tierras y empresas privadas donde se producía casi todos los alimentos para el consumo nacional. Estimándose en unos 100.000 millones de dólares el monto gastado.

Por lo cual es responsabilidad pública la poca producción nacional y los altos niveles de escasez y precios, que afectan a las familias, por el evidente fracaso de los programas para la producción de alimentos.