Carlos Ochoa: Sectarios somos todos

Carlos Ochoa: Sectarios somos todos

 

Henrique Capriles ha llamado a una lucha interna en la oposición en contra de una secta que en su opinión le hace daño a Venezuela, por no conectarse con los problemas reales por los que atraviesa el común del pueblo, y negar toda posibilidad de  una negociación hipotética, imagino que con el gobierno para una transición electoral. No nombró a nadie en particular, pero ese mensaje tiene un destinatario, o una destinataria, María Corina Machado.





La líder de Vente Venezuela ha mantenido un discurso frontal en contra del gobierno,  y una coherencia argumental que la colocan en la línea dura, en los extremos como señala Capriles, desde esa perspectiva puede considerarse sectaria, no cede ni un ápice en su posición de confrontar al gobierno y pedir la renuncia de Maduro.

Esta manera sectaria de hacer política le ha traído beneficios en la apreciación de sectores medios que tienen actividad en las redes sociales, afectados por la diáspora, y por la profunda y terrible crisis económica, y en el exterior, en donde su figura se crece como una líder fundamental de la lucha por el rescate de la democracia en Venezuela.

María Corina recorre el país para acompañar a muchos venezolanos de distintos estratos sociales en su problemática y sus luchas, la gente la ve como una guerrera valiente que está arriesgando la vida, pero ni Capriles ni ningún dirigente de primera línea de la oposición, incluida María Corina, son percibidos por los venezolanos  como el dueño de la llave que va a dar vuelta a la cerradura que abrirá la puerta a la libertad, y en esa apreciación todos pueden considerarse sectarios, nadie escapa al sectarismo porque cada uno tiene su visión, su relato, y la suma de esos relatos, con sus aciertos y errores, no terminan de  construir la narrativa unitaria que politice la realidad cotidiana del venezolano de a pie.

Las elecciones estudiantiles que se realizaron esta semana en la Universidad de Carabobo,  que le dieron un triunfo abrumador a los grupos democráticos que depusieron diferencias y se presentaron unidos, es un buen ejemplo que si es posible derrotar el poder y las amenazas del régimen. Esta victoria se alcanzó por el nivel de conciencia de una comunidad que se sabe atacada, arrinconada, amenazada, y politizó su realidad, responsabilizando al gobierno nacional y  regional, por las carencias de seguridad, transporte, dotación, alimentación, mantenimiento de infraestructura, dotación de laboratorios, y reconoció el esfuerzo de las autoridades,  profesores, empleados y personal obrero, que aún se mantienen en pie de lucha en medio de las dificultades para mantener la universidad abierta.

Así que si bien una negociación es posible en un escenario de transición, no podemos decretar una cacería de brujas con los que no compartan esa ruta, acusándolos de ejercer la anti política. Entendamos que la anti política es todo aquello con lo que no estoy de acuerdo, y la política lo que nos ponemos de acuerdo. Aprendamos de los jóvenes ucistas que depusieron posiciones para defender a la universidad de sus depredadores, y defendamos al país de los verdaderos enemigos de la prosperidad y la democracia.