El fervor de los zulianos aún persiste a pesar de las dificultades

El fervor de los zulianos aún persiste a pesar de las dificultades

Este año, la feria en honor a la Virgen de la Chiquinquirá, celebrada en el estado Zulia, se ha visto empañada por las múltiples calamidades que vive el pueblo marabino en la actualidad.

William Barrientos, diputado a la Asamblea Nacional por el Circuito 8 de la entidad zuliana, explicó que con la gestión del Gobierno de turno ha empeorado la situación del estado, puesto que este provee intervalos de luz reducidos. “Se va la luz sistemáticamente, hay apagones de siete a 10 horas, es un martirio en el Zulia”, expresó.





El parlamentario destacó que “lo que se convirtió en patrimonio zuliano, sufrió un retroceso. El Gobierno Nacional no ha podido liquidar el fervor que siente los zulianos hacia la Virgen de La Chiquinquirá, es decir, la bajada de la Virgen es como un termómetro para medir el grado de aceptación que la gente tiene a quien reconoce como su guía o su líder, el que ha hecho gobierno con rostro humano, y uno de los hombres que lo hizo con rostro humano fue Manuel Rosales”.

Anteriormente, existía el problema del servicio de luz en la entidad, aunque ahora se le han sumado otras calamidades: a pesar de contar con el Lago de Maracaibo y reservorios de agua dulce, el servicio de agua potable es deficiente y la distribución del gas doméstico resulta ineficaz, siendo un país petrolero. Todo esto, producto de las políticas erróneas durante las distintas gestiones posterior a Rosales, ex gobernador del estado Zulia.

“A pesar de las dificultades de carácter económico o de los pesares de cualquiera, acudían al encuentro. Eso, sistemáticamente, comenzó a mermarse tanto, que la situación de alumbrado de la ciudad, con el traspaso de Enelven a Corpoelec generó un déficit de voltaje en la ciudad y eso se vino a menos. No se pudieron desarrollar más ese tipo de actividades y eso tuvo impacto para los zulianos, porque toda la gente, incluyendo personas de muchas latitudes de la geografía nacional que acudían para ver tan magnánimo hecho, se había convertido en un evento ya esperado por todos los marabinos”, expuso Barrientos.

El líder humano que más hizo por el Zulia

Durante la gerencia del líder zuliano, Manuel Rosales, fueron muchos los programas sociales que se crearon a partir de la esta gestión, de las cuales no les dieron continuidad en relación a esta festividad.

“A Manuel se le ocurrió el alumbrado de la avenida Bella Vista, y para ello, construyó un ángel en la intersección de la Avenida Fuerzas Armadas con Milagro Norte y desde allí comenzó el encendido de las luces para dar inicio al encuentro de fe y devoción para todos los marabinos. Desde ese “Angelito”, se encendían las luces y desde allí partía la caminata que culminaba en la Basílica, sin distinción de razas, credos ni colores”, recordó el zuliano.

A pesar de eso, el pueblo occidental no ha dejado su fervor y veneración, como buenos marianos que son, continúan con las tradiciones en honor a La Chinita. Durante estos días de festividad, todavía se pueden escuchar las gaitas en cualquier lugar de la entidad; el Amanecer Gaitero es otro de los eventos memorables que se realizan, en el que el pueblo de Maracaibo, el cual, se congrega en la madrugada del día 17 de noviembre en la plazoleta de la Basílica, para cantarle a la Chinita las Mañanitas y el Cumpleaños Feliz a primeras horas del 18 de noviembre.

El negar las obras de ex gobernador Rosales es un acto de mezquindad, sencillamente porque él, el líder de todos los zulianos, entendió que el pueblo de Maracaibo, fervorosamente, tenían un punto de encuentro, el cual era la bajada de la virgen, el encendido de las luces y el encuentro con la zulianidad.

Primera vez en el Zulia

Fue en el año 1749 cuando se vio por primera vez a La Chinita sobre las olas del Lago de Maracaibo, una mujer que lavaba sus ropas se percató de que una tablita de madera fina estaba flotando y que le resultaba útil para tapar una tinaja que tenía. Al día siguiente de encontrar la tablita y al darse cuenta de que estaban golpeando fuertemente la puerta, fue a ver lo que sucedía y quedó sobrecogida de asombro al ver que la tablita brillaba y que aparecía en ella, la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Por tal motivo, la mujer comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro!, por lo que de ahí proviene el nombre de El Milagro a la actual avenida junto al lago, donde estaba la casita de la lavandera. Ya lo demás e historia.

Manuel, un hombre que definitivamente es sinónimo de zulianaidad, de pueblo, de gente, tuvo la virtud de meterse en el corazón de los zulianos. Entender que para ellos, la bajada de la Virgen, la feria era un símbolo sumamente importante, donde se encontraban propios y extraños, es decir, a ella acuden todos los sectores y estatutos sociales”.

Nota de prensa