Juan Requesens, por Luis Velázquez Alvaray

Juan Requesens, por Luis Velázquez Alvaray

El ejemplo del caso Requesens es uno de miles en un país donde “se ha vaciado al derecho de derechos “. Su caso es el recurrente actuar tiránico de “cadaverizar “al oponente. Ya sea asesinándolo despiadadamente, como lo hicieron con el concejal Albán y los miles de ciudadanos que el régimen ha degollado impunemente. Lo otro, es convertir en cadáveres civiles los principales dirigentes opositores. El destierro es la siguiente modalidad y ya la lista es Interminable. La idea es convertir Venezuela en un gigantesco campo de concertación, -despojando a todos los no afectos- de sus derechos fundamentales.

Siquitrillar voluntad popular, con su líder preso y el resto de la dirigencia en el exilio y encerrados en embajadas, como el caso del diputado Guevara, cuyo único delito es resistir a los designios tiránicos; van a por Primero Justicia, con Borges exiliado, Requesens preso y torturado, Albán asesinado y muchos acosados con fiereza, para dar la sensación que la oposición no trabaja ni existe. Como puede desarrollar su plan de acción un movimiento en semejantes circunstancias ?. Ledezma preso y perseguido. María Corina, a cada paso amenazada. Al terminar de destrozar a estos partidos y dirigentes, decidirán por los que queden y así piensan perpetuarse. Ya el propio tirano en cadena amenazó a Andrés Velásquez y a D´Gracia, quienes valientemente han denunciado el salvaje y descarado robo del oro Venezolano, para incrementar las reservas malhabidas del chavimadurisno, grupo de bandidos funambulescos.





La oscuridad de este desierto por algún lado debe aclarar. Esta turba infecciosa caerá en cualquier momento. Venezuela, herida de muerte, con la espada Comunista incrustada en el pecho, agonizante, crucificada, de dolor intermitente, se aferra al último toque de campana. La encendida Libertad vendrá por Requesens y todos los vejados y ultrajados. ¡Millones en el mundo gritarán: Justicia donde estabas!