Robert Carmona-Borjas: NO quedará impune la destrucción de Venezuela (Parte II)

Robert Carmona-Borjas / Archivo

En los últimos tiempos se ha hablado mucho del Chavismo originario, de los ortodoxos, de los chavistas no maduristas, en fin, de un grupo que hoy está excluido pero que antes disfrutó el poder y desde allí participó como cómplice de tantos crímenes.

Esos chavistas y todos los chavistas son los chavistas de siempre, es decir, golpistas, antidemocráticos, entreguista o traidores al participar en la entrega de nuestro país al gobierno criminal y miserable cubano. No es un grupo nuevo. Es más de lo mismo, con la diferencia que hoy están excluidos por el núcleo duro.

A veces nos confunden con sus declaraciones y sus artículos, sus exigencias y simulados gritos por la democracia. El primero entre ellos que pretende incluso la Presidencia de la República en nombre de ese grupo absolutamente minoritario es Rafael Ramírez, hoy fugado, pero tranquilo, sin problemas como los que tienen los 4 millones de compatriotas que lavan platos como lo dijo el dictador Maduro hace unos meses.





Ramírez acabó con la industria petrolera, con todo. Estuvo allí cuando todo lo malo se hizo. Es una blasfemia contra el pueblo venezolano que pretenda decir hoy que no sabía, que no tenía conocimiento, que estaba equivocado. No. Ramírez es responsable directo y para ello me remito a los escritos al respecto de un gran venezolano y experto petrolero, Gustavo Coronel.

Pero así andan todos, desde Giordano y Navarro hasta animadores de programas que durante años fueron promotores del odio en el país. Se presentan hoy con un cinismo sin límites, reclamando a Maduro “Democracia”.

Está bien que hayan abandonado el régimen, que rectifiquen, que reconozcan haber participado en ese desastre y pidan perdón, pues eso es lo que todavía no han pedido y es precisamente lo que toda Venezuela espera. Pero de allí a gobernar el país y a participar en la toma de decisiones, no. Eso no es posible, ni aceptable.

Es más, en mi articulo anterior hablé de las reformas que deberán introducirse en el futuro próximo cuando cambie el gobierno y el sistema. Habrá que introducir como en la Alemania post nazi una ley prohibiendo toda participación política y pública a los que de alguna manera participaron en la destrucción del país.

Así sí podremos ir hacia la reconciliación nacional. Los perdonaremos, es cierto, Algunos serán juzgados y castigados, pero todos tienen que pedir perdón públicamente, de otra forma queda un vacío que no lo llenará ninguna demagogia ni ningún sistema político.

@CarmonaBorjas