18 sospechosos de asesinar al periodista Jamal Khashoggi tienen prohibida la entrada a Europa

EFE/ Erdem Sahin

 

Alemania impuso la prohibición de viajar a 18 ciudadanos de Arabia Saudita que podrían estar involucrados en el homicidio del periodista Jamal Khashoggi en el consulado del país en Estambul, Turquía, el 2 de octubre de 2018. La prohibición, que se suma a las sanciones que los Estados Unidos anunciaron contra 17 de ellos, les impide, en la práctica, circular por Europa, ya que cubre el espacio de Schengen, reseñó Infobae.

Esa zona consta de 26 países que eliminaron los controles fronterizos entre sí. Incluye a la mayor parte de los miembros de la Unión Europea (UE) y a países que no la integran como Noruega y Suiza, y excluye al Reino Unido.





“Al igual que antes, tenemos más preguntas que respuestas sobre este caso”, dijo a Deutsche Welle el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, al comunicar la sanción, que coordinó con Francia y el Reino Unido. Los 18 saudíes están “presuntamente conectados con este crimen”, agregó. Por las leyes de privacidad del país, no se revelaron los nombres de esas personas.

Además, el ministro de Economía, Peter Altmaier, anunció que se detuvieron todas las ventas de armas al reino, incluso aquellas ya aprobadas. Desde hace un mes se esperaba esa posibilidad, y el lunes 19 de noviembre se confirmó que ni siquiera las 20 naves patrulla que ya estaban en construcción serán entregadas.

Otros miembros de la UE, como Francia, se han negado a suspender las ventas de armas a Arabia Saudita. También continúan la provisión de materiales militares el Reino Unido y los Estados Unidos.

Khashoggi, columnista de The Washington Post y crítico moderado del gobierno del reino, fue visto con vida por última vez el 2 de agosto cuando ingresaba al consulado saudí en Estambul para recoger documentación que le permitiera casarse con su prometida, Hatice Cengiz.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos concluyó que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, ordenó el asesinato del periodista, lo cual contradice las afirmaciones del gobierno saudí, según las cuales él no estaba involucrado en el homicidio, y la fiscalía del país, que no incluyó a Mohammed entre los 11 sospechosos imputados, para cinco de los cuales pidió la pena de muerte.