El gobierno colombiano expulsará a 15 de los 16 ciudadanos de nacionalidad venezolana que participaron en los disturbios ocurridos en el interior y alrededor del campamento humanitario “El Camino”, informó la Regional Andina de Migración Colombia.
Los extranjeros, quienes habían sido trasladados hace una semana a este refugio, desde un asentamiento ubicado en los alrededores de la terminal de transportes de Bogotá, protagonizaron graves revueltas en la mañana de este lunes, saqueando alacenas, enfrentándose a la Policía Nacional e incluso agrediendo a los habitantes de la zona.
Estas acciones fueron rechazadas categóricamente por el Director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, quien afirmó que no se permitirá ningún tipo de alteración por parte de los extranjeros la cual afecte al orden público y la seguridad de la ciudad.
“16 personas de nacionalidad venezolana, muchas de ellas encapuchadas, ingresaron al campamento transitorio a alterar el orden público y a robar”: Christian Krüger director de Migración Colombia @MigracionCol HOY en @LaNocheNTN24 @CanalRCN #LaNocheCampamento pic.twitter.com/Ct6aj0tkdF
— La Noche NTN24 (@LaNocheNTN24) 20 de noviembre de 2018
“Apoyamos la decisión del Distrito de tenderle la mano a aquellos venezolanos que se encontraban en cambuches improvisados cerca de la terminal de transportes de Bogotá. La idea de este campamento humanitario ha sido, en todo momento, mejorar las condiciones humanas de estas personas y ayudarles a que recuperen su dignidad. Sin embargo, si creen que vamos a permitir comportamientos que atenten o pongan en riesgo la integridad de la población colombiana e incluso de aquella que se encuentra dentro del campamento, están muy equivocados. Tomaremos las medidas necesarias para que esté tipo de situaciones no se vuelva a presentar”, afirmó el jefe de la autoridad migratoria colombiana.
Según informó la Regional Andina de Migración Colombia, durante los desmanes se detuvieron 16 ciudadanos venezolanos, 12 hombres y 4 mujeres, de los cuales 15 serán transportados hacia la frontera con Venezuela para efectuar la medida de expulsión del territorio nacional, mientras que uno más quedó a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF, por ser menor de edad.