El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, llegó a Corea del Norte el domingo 4 de noviembre. Las declaraciones públicas de ambos líderes fueron de auto alabanzas y de afecto mutuo.
Trabajo Especial de lapatilla.com
“Corea del Norte da una bienvenida calurosa en Pyongyang a Miguel Mario Díaz-Canel”, afirmaba en un editorial el diario estatal Rodong Sinmun.
“Esta visita es un acontecimiento histórico que demuestra poderosamente la amistad invencible, la unidad y la camaradería”, añadió.
Sin embargo, la visita tuvo poca sustancia. Y todo parece indicar que bajo la dictadura de Kim Jong un, Corea del Norte anda desesperada buscando amigos en el mundo que vuelen hasta allá y los pueda mostrar en las calles de Pyongyang. La visita de Diaz Canel fue organizada por el régimen de Corea del Norte para mostrarle al mundo que tienen aliados, incluso si es un régimen dictatorial y que desdeña los derechos humanos.
La visita de alto nivel de Cuba a Corea del Norte levanta suspicacias de cuál otro país de América Latina estaría dispuesto a mostrarse como aliado del régimen norcoreano, que está desesperado por obtener soporte económico y político mas allá del cubano.
En nuestra región sobran los líderes que se hacen los ciegos ante la violación de derechos humanos, particularmente acá en Venezuela y en Nicaragua, que anda desde hace unos meses reprimiendo violentamente a la disidencia política, lo que probablemente atraiga al régimen de Corea del Norte.
Con una amplia presencia diplomática en los países latinoamericanos, el relanzamiento de la amistad de Corea del Norte con Cuba pudiera indicar un nuevo comienzo.
Sin embargo con la atención mundial y bajo el esquema de sanciones de las Naciones Unidas al régimen de Kim Jong un, involucrarse con Corea del Norte podría resultar costoso para algunos gobiernos de América Latina (lapatilla.com)