AlNavío: Miles de venezolanos se convierten en sefardíes para obtener pasaporte español

 

¿Quiere huir del régimen de Nicolás Maduro con un pasaporte español sin que ni usted, ni sus padres, ni sus abuelos, hayan pisado nunca España? Existe una forma de hacerlo. La fórmula, además, ofrece condiciones muy favorables. Pero sólo está al alcance de personas muy especiales: los venezolanos de raíces sefardíes.





ALnavío/Daniel Gómez

Los sefardíes son los judíos que vivieron en España antes de 1492, fecha en la que los Reyes Católicos los expulsaron del país por considerarlos una amenaza para el cristianismo. La medida fue controvertida. Tanto que la polémica se prolongó hasta la actualidad.

500 años después el gobierno de Mariano Rajoy puso punto final a todo eso. Se redimió con una ley de 2015 que permite a los judíos expulsados recuperar la nacionalidad española. Para ello tienen que acreditar raíces sefardíes con un estudio genealógico y demostrar su vocación por España ante la comunidad judía. Hecho esto, reciben directamente la nacionalidad. Sin necesidad de tener ningún otro vínculo con el país. Ni bienes, ni residencias, ni abuelos, ni pareja, ni nada relacionado.

“Es una gran ventaja. Una persona puede obtener el pasaporte sin ni siquiera pisar España salvo para venir a la notaría a firmar. Permite tener un pasaporte español sin tener que mudarse al país”, explica a ALnavío el abogado Alexandre Rangel, director del Grupo SIEspaña, una firma especializada en asuntos de migración.

Fuentes conocedoras del asunto confirmaron a este diario que hay “miles de venezolanos” optando por esta vía. Personas que nunca se plantearon que tener un pasado judío les iba a resolver un problema. Y es que ahora se lanzan, casi a la desesperada, a encontrar una raíz, una vinculación, por mínima que sea, con esos judíos expulsados.

Es una derivada más del éxodo de venezolanos que afecta a Latinoamérica, y también a España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la inmigración venezolana se ha disparado 80% en dos años, hasta contabilizar un total de 244.671 personas en el país en enero de 2018.

Por qué hay más sefardíes en Venezuela que en Israel

Datos del Parlamento español demuestran lo que advierte la fuente. En los tres años que se lleva aplicando la ley, 1.487 venezolanos obtuvieron la nacionalidad española gracias a que acreditaron un pasado sefardí.

Sólo Turquía supera en número de sefardíes nacionalizados a Venezuela. Y es que el país latinoamericano está hasta por encima de Israel, cuya comunidad judía supera los ocho millones de personas, de las cuales 860 se han acreditado como sefardíes para obtener el pasaporte español.

En América Latina, Argentina es el país con la comunidad judía más importante. Cuenta con más de 200.000 judíos, por los 10.000 que contabiliza el censo de Venezuela. Pese a ello, sólo 597 argentinos lograron la nacionalidad española gracias a esta ley.

 

Hace falta más que un apellido

Apunta Rangel que lo que ofrece España “es una excelente vía migratoria, pero no es para todo el mundo”. Es una ley pensada para los sefardíes de verdad. No para aquellos que piensan que por tener un apellido judío les basta. Y es que existe esta confusión a raíz de la lista del libro Sangre Judía. Españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano, de Pere Bonnín.

Este periodista, nacido en Baleares, recopiló un listado de apellidos judíos investigando las listas de presos por el Santo Oficio, los censos de las juderías y otras fuentes de la época que supuestamente indican que la persona portadora de esos apellidos es judía, judioconversa o incluso, sefardí.

“Una persona puede obtener el pasaporte sin ni siquiera pisar España salvo para venir a la notaría a firmar”.

Sin embargo, para considerarse tal cosa no basta con figurar en ese listado. “No hay que dejarse llevar sólo por el hecho de que un apellido califique en una lista”, apunta el abogado refiriéndose a lo que está ocurriendo con los venezolanos y esta ley. Y es que en esa lista hay miles de apellidos. Algunos tan comunes como Acosta, Hernández y Rodríguez. Por eso hay que tener cuidado.

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