Los príncipes Guillermo y Harry eran hermanos muy cercanos, con la pérdida de su madre solidificando su vínculo fraternal, a medida que crecían, publica Daily Mail.
Pero ahora, como hombres casados con responsabilidades, las grietas parecen mostrarse en su relación, y podrían ser sus esposas las que los están separando.
Ayer se supo que Harry y Meghan se mudarán del palacio de Kensington el próximo mes para instalarse en Frogmore Cottage, en la finca de Windsor.
La noticia de la mudanza se produce después de los informes de que los príncipes, que tienen casas en el Palacio, pueden estar listos para establecer oficinas separadas.
Estos hechos podrían reavivar la especulación de una ruptura entre los hermanos reales, pero un amigo cercano de los duques de Cambridge sugirió que cualquier diferencia es entre sus esposas.
“Kate y Meghan son personas muy diferentes”, dijo la fuente, y agregó: “Realmente no se llevan bien”.
Harry y Meghan, han recibido Frogmore Cottage de la reina y se convertirá en su residencia oficial.
A primera vista, hay buenas razones logísticas para la mudanza.
Frogmore tiene diez habitaciones en comparación con solo dos en Nottingham Cottage, la propiedad de Kensington Palace donde residen actualmente.
También permitiría a la madre de Meghan, Doria, quien se acaba de mudar al Reino Unido, unirse a ellos, y habría espacio para una niñera para el bebé que nace en primavera.
Fuentes del palacio dijeron que “Están esperando un bebé a principios del próximo año y, obviamente, necesitan un poco más de espacio”.
Además, la pareja eligió a Windsor porque “significa mucho para ellos, ya que ahí se casaron”.
Los rumores de tensiones entre los Sussex y los Cambridge han estado burbujeando durante meses.
En contraste con la casa de Meghan y Harry en el Palacio de Kensington, Kate y William tienen una casa de 22 habitaciones recientemente renovada a un costo de 4,5 millones de libras esterlinas.