Domingo Alberto Rangel: Andrade, Gorrín y la presunta aristocracia

Domingo Alberto Rangel: Andrade, Gorrín y la presunta aristocracia

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Finalizado un largo día lleno de pequeñas reuniones con electores de Baruta que, a dos semanas de las elecciones aún buscan argumentos que los lleven a votar… esta vez me encontré de frente con la desesperanza, cierta dosis de ignorancia y una mezcla de miedo con rabia que según estudiosos de las guerras civiles pueden iniciar una tragedia.

Lejos están los primeros días de la descentralización cuando el IESA convocaba candidatos para explicarles que aparte de habilidad política, no era malo que el aspirante tuviera cierta capacidad gerencial sin olvidar la sensibilidad social porque por increíble que hoy parezca, tres décadas atrás en nuestro país había pobreza.

Hoy, salvo quienes van a reelección, no vi candidatos bien formados y aclaro que asistí a tres reuniones convocadas por distintos grupos.





Habrá a estas alturas quién me pregunte ¿qué hacías en esas reuniones?

La respuesta es simple y seguramente les disgustará a los reyes del simplismo que se autodenominan “radicales”… sucede que no veo diferencia entre votar o abstenerse, peor, al votar si se quiere siempre se puede expresar rechazo que es el voto nulo.

La abstención en cambio es tan ambigua que sirve de escape a los flojos de espíritu, que se quedan en casa ya que ir a la playa o el río está más allá de las posibilidades del 80 % de los venezolanos.

Aceptando invitaciones distintas quise animar candidatos abandonados por sus dirigentes que no dan la cara.

Pero no es solo el sector político quien está en mengua: Un gran problema nacional es la falta de una Aristocracia Criolla –Bolívar la llamó Poder Moral- capaz de diferenciar el buen rumbo del disparate.

Ese conglomerado humano, que no necesariamente viene de la política, si acaso llegó a existir entre nosotros, se fue diluyendo en los efluvios de pingues negocios petroleros ya desde la época de J. V. Gómez.

¿Puede considerarse la existencia de una Aristocracia Criolla cuando es evidente que la madeja de astronómica corrupción que levantaron los señores Andrade y Gorrín… se levantó merced a la interesada ayuda de conspicuos miembros del Caracas Country Club y no es malo recordar que ese grupo nació al calor de los pingues regalos petroleros que el general Gómez le entregó a los amigos de su hijo Vicentico, todos casados con hijos e hijas de guerreros tachirenses, todos provenientes de familias ricas de la Colonia, encumbradas con la Independencia y la Federación?

El Country en general permitió que Alejandro Andrade remodelara a todo costo la pista para caballos de salto, incluyendo estacionamiento y bar convertido en restaurante. Los miembros han podido sufragar los gastos porque allí los limpios son una rareza… pero se hicieron los locos.

El Hípico de Caracas también le permitió a Andrade hacer de mecenas para ricos y hay quien estima que en un momento 8 de cada 10 caballos de salto que competían en Venezuela fueron “regalo” de Alejandro Andrade que conseguía dólares regalados, sobre estimaba el precio de los caballos en USA… y los traía al país para “regalarlos”.

Y entre los nombres asociados a la trama que el FBI entrega a la Fiscalía yanqui como pruebas contra Gorrín y Andrade… señalo que abundan apellidos que nunca en generaciones conocieron el hambre, que en sus casas comieron con cubiertos… pudieron ser parte de la Aristocracia de un país “potencia”.

Pudieron pero no quisieron por adorar el becerro de oro y no aceptar un respetable Moisés que los cuereara si era preciso.

Por eso hemos visto hombres y mujeres que no lo requerían… aceptando que Andrade los abochornara –estúpido él- con su avión trasatlántico, sus invitaciones al Vendome o al Ritz de Paris con compras incluidas.

No todos desde luego cayeron en el embrujo: Una sobrina mía contaba 15 años cuando Andrade le ofreció un caballo de salto regalado… supo agradecer rechazando porque estaba “acostumbrada a su caballito”. A una sobrina nieta de Uslar Pietri a quien un sirio bandido, amigo del gobernador de Yaracuy, a sus padres les quiere quitar una finca productiva en Guama… la sacaron del WhatSapp interno en la caballeriza del CCC… la falta fue señalar a don Alejandro Andrade como delincuente.

Pero retornando a mí principio reflexiono mientras escribo: Nada extraño que el electorado empobrecido y hambreado por el estatismo que nos gobierna… decepcionado por una oposición ladina… no vote.

Eso no importa… más atención le pongo a los ricos de viejo cuño que pillados en sus latrocinios siendo socios de Gorrín y Andrade… reaccionan saltando hacia adelante.

Hacen lobby en las cancillerías yanqui, europeas e hispano americanas… para evitar los juicios por ladrones que en pocos años se encumbraron sobre familias que llevan generaciones produciendo, dando empleo.

El cuento de estos choros con título nobiliario es que el 11 de enero no quedará embajada en Caracas y que para evitar una hambruna –provocada por sus robos- habrá que armar una junta de transición que incluya a todos menos a Nicolás Maduro. Que para asegurar el éxito habrá que perdonar desde Diosdado y los generales para abajo.

Y desde luego habrá que perdonar a estos Bolichicos socios de Gorrín y Andrade. Si no fuesen tan descarados burlándose de uno cabría reírse ante tanta imbecilidad.

Mejores tiempos cabe esperar… tras años de trabajo y sacrificios… será… pero… con añejos políticos sin personalidad o simple decencia… con ricos sinvergüenzas, adoradores del becerro de oro y carentes de patriotismo… sin el viejo patriarca que los cuereé… prefiero esperar como el pueblo que con razón recela.

Vayan con su transición bien largo.