El cadáver maniatado de un venezolano, al que le observaron signos de tortura, fue localizado por las autoridades colombianas en el maletero de su propio vehículo, el cual dejaron abandonado a un costado del Anillo Vial Oriental, cerca a la entrada de una trocha fronteriza, publica La Nación.
De acuerdo a la información publicada por el diario colombiano La Opinión, este martes en la noche, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta vieron el Chevrolet Aveo, de placa venezolana AA005BL, estacionado a un costado de la vía, lo que llamó su atención y de inmediato fueron a verificar.
En medio de la oscuridad, sobre las 9:45 de la noche, iniciaron la inspección al vehículo encontrando el cadáver, semiatado con la misma cuerda de pies y manos, en el maletero.
De acuerdo a un solo documento personal que le hallaron, se trataba de Nelson David Pacheco Gutiérrez, de 34 años, natural de Macuto, estado Vargas.
Minutos después del descubrimiento, a la escena del crimen arribaron los miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) que se encargaron de la inspección y el posterior levantamiento del cadáver.
Los investigadores se percataron de que tenía la ropa mojada, por ello presumen que minutos previos al crimen, Pacheco fue pasado por el río que divide la zona de frontera en este sector de Boconó.
Pacheco Gutiérrez tenía múltiples golpes en la cabeza, además de marcas de presión en el cuello, en una aparente asfixia, y aún tenía pedazos de lazo en un pie y en una mano, lo que indicaría que fue atado por sus victimarios.
Por ahora las autoridades avanzan en las indagaciones para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y sobre los móviles de este nuevo asesinato.
Diario La Opinión, al revisar las cuentas de las redes sociales de la víctima, determinó por ejemplo, que sus últimas publicaciones en Facebook daban cuenta del amor que tenía por su familia.
También habría hecho pública la promoción al nivel de preescolar de su hija; mientras que en otra publicación del 20 de noviembre aparecía con su pareja e hija durante un momento de esparcimiento.
Ese mismo día, una semana antes de ser asesinado, respondió al comentario de un amigo diciéndole que estaba viviendo en Cúcuta, cerca de la frontera colombo-venezolana. (MB)