Un muro de los lamentos en Caracas (fotos)

(Foto Luis Morillo/Crónica Uno)

 

 

En un intento por que sus reclamos sean escuchados, vecinos de la parroquia San Juan, en Caracas, crearon un muro para denunciar el déficit de servicios básicos, la falta de transporte y de agua. Andrés Rivero, portavoz de Pro San Juan, explicó que el mural es un llamado de atención a la Alcaldía de Libertador para que se tome en serio la gestión de políticas públicas, por Crónica Uno.





Por Julio Materano

En realidad es una pared de reclamo, lo más cercano a una red virtual, pero en físico. Una alegoría de Twitter con todo su simbolismo para descargar el enojo, la decepción y las frustraciones comunes. No hay restricciones en los caracteres, pero los mensajes son cortos, están escritos al filo de la denuncia. Son dictámenes de Caracas, la ciudad de aceras rotas y de servicios en ruinas. Este jueves, vecinos de la parroquia San Juan estrenaron un “muro de los lamentos”, una protesta creativa en tiempos de censura y restricciones gubernamentales, para exigir los remedios a una crisis que se complica conforme se niega.

Quienes se sumaron a la manifestación, no solo profirieron mensajes verbales en rechazo al Gobierno, también pidieron soluciones concretas a los problemas de gas, agua y electricidad. La idea, promovida por la asociación civil Pro San Juan, tuvo acogida. Andrés Rivero —portavoz de esta organización vecinal que articula a las familias de la zona— explicó que el mural de los reclamos es un llamado de atención a la Alcaldía de Libertador para que se tome en serio la gestión de políticas públicas.

En medio de todo, Rivero introduce un reclamo de temporada. El olvido en el que está sumergida la parroquia San Juan. En lugar de guirnaldas y luces, la basura bordea los caminos a los barrios. Líderes de la zona consideran que se trata de una oportunidad para la disidencia y el reclamo en voz alta.

 

(Foto Luis Morillo/Crónica Uno)

 

En el centro de Caracas sí se cuidan las fachadas y se recrea todo un ambiente navideño, pero a nosotros, que estamos fuera del perímetro del casco, se nos relega“, dice.

Y plantea la doble cara de una misma capital: la Caracas de los adeptos al Gobierno y la ciudad de los relegados.

De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en octubre se registraron 1418 protestas. Durante 2018 el número de manifestaciones se ubica en 10.773, una cifra que no incluye noviembre y lo que va de diciembre. Se trata del mayor número de protestas registradas durante la gestión de Nicolás Maduro. En 10 meses, según el OVCS, se superó el índice de protestas ocurridas en los años 2014 y 2017, en las cuales se documentaron 9286 y 9787 manifestaciones, respectivamente.

Las quejas por falta de gas doméstico, agua potable y electricidad se destacan entre los reclamos. Solo en octubre se produjeron 571 por servicios básicos. Recientemente, un grupo de vecinos de los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas tomó las puertas de la empresa Cotécnica en rechazo a lo que calificaron de un aumento desmedido en las tarifas del relleno sanitario, ubicado en Charallave. El incremento, según el coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, supera los 11.000 %.

La denuncia no quedó por fuera este jueves en el estreno del muro de los lamentos. Con más de 106.507 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, San Juan no es cualquier porción de ciudad. La parroquia congrega 5,5 de la población del Distrito Capital y figura entre las siete más grandes. Sin embargo, sus pobladores resienten la indiferencia del Ejecutivo local. En el lugar falla el alumbrado público y las santamarías hasta el fondo son la antesala de una Navidad austera.

“El muro de las quejas es el comienzo de una estrategia vecinal para encarar a Érika Farías y denunciar su ineficiencia“, agrega Andrés Rivero, líder de San Juan. La experiencia, explica, es un modo creativo de tomar la calle y visibilizar el descontento. La acción ocurre a tres días de las elecciones de concejales, una contienda de peso municipal, que genera poco entusiasmo en la población.

A propósito de ello, la Cámara Municipal de Caracas parece que tiene mucho que decir frente a los problemas cotidianos. 80 % de la ciudad está sin agua y la inseguridad va en ascenso.

Quienes resulten electos para el próximo período legislativo, cuya duración es de cuatro años, tienen la tarea de retomar las ordenanzas y conseguir la firma de la alcaldesa, una tarea que pesa, desde ya, sobre los ediles que aspiran la reelección, como los psuvistas Yuset Brito, Carmen Zerpa, Nahum Fernández, Armando Graterol y Roque García. Al igual que José Bracho, por Patria Para Todos.

Con un año de rezago en la contienda municipal, que debió celebrarse en 2017, Caracas heredará del concejo anterior los mismos retos urbanos por conquistar: el manejo eficiente de los desechos, la unificación del transporte público, la seguridad y la gestión de mejores servicios.

(Foto Luis Morillo/Crónica Uno)