Maduro refuerza alianzas militares antes de su nueva toma de posesión

Maduro refuerza alianzas militares antes de su nueva toma de posesión

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino (C), aparece en la fotografía después de la llegada de dos aviones de bombardero supersónicos pesados estratégicos Tupolev Tu-160 rusos en el Aeropuerto Internacional de Maiquetia, justo al norte de Caracas, el 10 de diciembre de 2018. –   (Foto de Federico PARRA / AFP)

 

Con la llegada a territorio venezolano de dos bombarderos rusos, más otro de transporte de pasajeros y uno de carga, el régimen de Nicolás Maduro ratifica el refuerzo de sus alianzas internacionales con las que busca legitimar su nueva toma de posesión como presidente, prevista para el 10 de enero, publica El Tiempo.

Por Valentina Lares Martiz /El Tiempo





El mandatario venezolano, que en las últimas dos semanas ha sido visitado por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y se entrevistó a su vez con el presidente ruso, Vladimir Putin, se mueve en el tablero internacional ante el descontento, fronteras adentro, por la dudosa confiabilidad de la votación presidencial del 20 de mayo, en la que resultó electo, a pesar de la crisis económica y la desaprobación a su gestión, que ronda el 80 por ciento.

Además de estos encuentros y la llegada de los aviones rusos, el subcomandante de la Armada iraní, Touraj Hassani Moqaddam, declaró hace poco sus planes de establecer una cooperación militar con Venezuela. “En nuestros planes para el futuro está enviar dos o tres naves con helicópteros especiales a Venezuela en una misión suramericana que podría durar cinco meses”, aseguró el alto oficial iraní.

Para los analistas, Maduro manda un mensaje claro: su régimen no está solo. “Maduro asegura de este modo que sostiene un gran aliado con gran poder militar y que puede moverse ante cualquier amenaza.

El último bastión de legitimidad que tenía Maduro era el voto a su favor, pero ante las elecciones fraudulentas de mayo, a partir del 10 de enero estará usurpando el cargo. Se le hace entonces imperioso proporcionar internacionalmente una fuerza que garantice que tiene reconocimiento, que siguen siendo legítimos y con capacidad de respuesta”, le dijo a EL TIEMPO el general exiliado Antonio Rivero.

Aunque es común que los países hagan ejercicios militares conjuntos, Rivero destacó que estas acciones con países como Rusia e Irán no tienen sentido dada la distancia y dificultad logística que supone una cooperación militar en caso de alguna intervención armada.

“Estos países no están ni siquiera en el mismo continente. Desde el punto de vista de reserva, de alimentación, de transporte, teóricamente es irrisoria la posibilidad de traer ejército. Sin embargo, no se puede subestimar en tanto que países aliados de Estados Unidos como Colombia y Brasil han hecho frente contra el régimen y la exhibición de cualquier poderío bélico manda un mensaje de fuerza más a esos vecinos que al propio EE. UU.”, destaca.

El diputado de la comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, Carlos Valero, advierte que además del mensaje de fuerza el régimen busca distraer sobre la próxima toma de posesión, que a su juicio creará una crisis de gobernabilidad por la falta de apoyo interno y la promesa de decenas de países de que no reconocerán a Maduro como jefe de gobierno.

“Maduro sueña con reeditar la guerra fría”, dijo en contacto telefónico con EL TIEMPO. “Lo que creo es que nadie en la región le seguirá el juego. Venezuela no necesita ejercicios militares, necesita ayuda humanitaria”, insistió Valero.

Sin embargo, el tablero militar es fuente de política activa para la ‘revolución bolivariana’, que en septiembre había lanzado una provocación a Colombia asegurando que estaba haciendo ejercicios conjuntos con Rusia, China y Cuba cerca de la frontera común.

El Gobierno colombiano es uno de los que ha dicho que no reconocerá la legitimidad de Maduro. Se espera en las próximas horas que la Unión Europea asuma, en bloque, una posición como esa.

La llegada de los aviones –con capacidad de carga de armamento nuclear– fue desestimada en Washington por el secretario de Estado, Mike Pompeo. “Rusos y venezolanos deben ver esto como lo que es: dos gobiernos corruptos despilfarrando fondos públicos”, dijo en un tuit.

Una declaración como esta da cuenta que EE. UU. ha tomado nota de ese movimiento y es posible que suba la tensión si se concreta el envío, por parte de Teherán, de las embarcaciones militares que prometió para ejercicios conjuntos.

Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, respondió que mensaje de Pompeo “es muy poco diplomático para un secretario de Estado” y consideró que el trino era “inaceptable”.

Preguntado por la acusación de malgastar fondos, dijo que “no era muy apropiado para un país hacer este tipo de comentarios cuando la mitad de su presupuesto de defensa podría alimentar toda África”.

Tanto en ese caso, como el de Rusia, países políticamente distanciados de EE. UU., la cooperación con Venezuela es una forma de hacerse presente en la región y desafiar la influencia de Washington.

En nuestros planes para el futuro está enviar dos o tres naves con helicópteros especiales a Venezuela en una misión suramericana que podría durar cinco meses.

Abogados venezolanos destacan también que la llegada de esta misión es ilegal, pues no ha sido aprobada por la Asamblea Nacional, facultada por la Constitución como la alcabala obligatoria para dar permiso en esta materia.

El artículo 187 de la Carta Magna establece como una de las potestades del poder legislativo “autorizar el empleo de misiones militares en el exterior o extranjeras en el país”.

VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas