Sexo tántrico, tu opción si nunca has tenido un orgasmo

Sexo tántrico, tu opción si nunca has tenido un orgasmo

Existe una infinidad de motivos por los que algunas mujeres jamás han experimentado un orgasmo en su vida. Ya sea por barreras físicas o psicológicas, muchas chicas no consiguen llegar a ese punto de placer y terminan fingiendo en la cama. Sin embargo, existe una técnica ancestral que promete ayudarte a disfrutar más la intimidad y alcanzar el ansiado orgasmo: el sexo tántrico. Así lo reseña veintitantos.com

La meditación tántrica es una filosofía hindú basada en la obtención del orgasmo mediante la concentración, y no necesitas ser una experta en el tema para aplicar sus principios básicos en tu vida sexual.





El tantra abarca mucho más que el sexo en sí, pero en su corriente sexual plantea no enfocarnos en la estimulación genital ni depender de ella, aunque sí es parte de la experiencia. En cambio, la idea sería hacer de todo el cuerpo un órgano erógeno.

Así, el orgasmo se puede alcanzar a través de la concentración y la conexión con tu propio cuerpo y el de tu pareja. Esto se puede lograr mediante un control correcto de la respiración, liberación de las ataduras físicas y mentales además de la meditación basada en la filosofía tántrica.

Básicamente debes concentrarte en tu energía interior y en la fuerza de tu cuerpo, canalizar esa fuerza hacia la estimulación sexual hasta liberar toda esa energía mediante el orgasmo. Para lograrlo, lo ideal es que estés en un ambiente cómodo y tranquilo, un espacio donde te sientas segura y libre de estrés o prisas.

Toma en cuenta que un elemento crucial para tener la experiencia tántrica es el autocontrol del deseo, pues esto conduce a la obtención de la satisfacción. Por eso, debes pedir a tu pareja que no se precipite.

Si aplicas la técnica, bastará con estimular el clítoris por unos 15 minutos para conducir ese placer hasta llegar al climax.

Esto se puede lograr tanto en solitario como en compañía de tu pareja, ya que con la meditación sexual el punto es cruzar esa barrera autoimpuesta de manera inconsciente. Es decir: debes aceptar que mereces sentir esa liberación para poder experimentarla.

¡Pruébalo!