Siguen las desesperantes colas para abastecer de combustible en Táchira

Siguen las desesperantes colas para abastecer de combustible en Táchira

El caos y desorden reina a diario en las estaciones de servicio de la capital  tachirense

 

 

Las tediosas horas de espera frente a las bombas por parte de los sancristobalenses para surtir de gasolina sus automotores, es toda una tragedia, pues deben de emplear gran parte de su poco tiempo libre para estar dispuestos a pasar entre 5 y 7 horas, para lograr abastecer a los automotores de combustible, publica La Nación.





Pese a los constantes reclamos y algunos conatos de protestas en algunas estaciones de servicio en donde habitualmente los isleros y autoridades policiales y militares, cobran en moneda colombiana a los llamados “coleados” esta práctica sigue aplicándose rigurosamente, con el agravante que quienes no cuentan para pagar el llenado del tanque de manera “preferencial”, deben de soportar las desmanes de quienes se encuentran de resguardar esos lugares.

Durante este martes, en las bombas de servicio que contaban con inventarios de combustible, las colas alcanzaban largas extensiones, e incluso muchas de ellas, como la PDV de la avenida Carabobo, alcanzan a tener más de 15 cuadras de extensión, por lo que el tráfico por esa zona, se hizo denso y pesado.

Esta misma situación, se replicó en las bombas de la zona de La Concordia, donde la movilidad se vio comprometida en predios de la plaza Miranda, toda vez que, en ésta, se aprovisionaban no sólo vehículos personales, sino también de transporte de carga, quienes utilizan gasoil para sus unidades.

En las largas colas, insistentemente los usuarios, se quejaban del manejo y actitud, tanto de funcionarios policiales y militares por el constante cobro en pesos a los “ coleados”, al igual que camioneros, sobre todo de tritones y NPR, que habitualmente tienen que abastecerse de más de 80 litros de gasolina.

Este caos general para el abastecimiento de gasolina en la capital tachirense, tiene ya ribetes de tragedia, pues la mayor parte del tiempo con el que cuentan los ciudadanos, lo deben pasar frente a sus carros para poder adquirir gasolina y soportar a la vez, los actos de corrupción de los funcionarios públicos.

Pablo Eduardo Rodríguez