El caos en el transporte de pasajeros y de carga en el estado, especialmente en San Cristóbal, no solamente padece por la falta de repuestos y lubricantes, sino también por la difícil adquisición del gasoil, combustible que moviliza en más de un 90% el parque automotor que presta estos servicios esenciales en la economía regional, publica La Nación.
Entre seis y ocho horas de espera, deben emplear los conductores de estas unidades, pues a diario deben plantarse frente a las pocas estaciones de servicio en las que se vende gasoil, situación que les obliga abandonar sus rutas y transporte de mercancías y alimentos, por lo cual este sector se encuentra prácticamente paralizado.
Sumado a los pocos puntos de venta en la ciudad, se une la corrupción que reina en algunas estaciones de servicio, donde isleros, militares y policías, tienen un negocio redondo, pues estos cobran en moneda colombiana hasta treinta mil pesos por unidad, sólo por privilegiar el turno de éstas y que no hagan las extensas colas y así se denuncia por parte de los usuarios.
A diario, cada unidad autobusera está autorizada para el abastecimiento de cien litros, mientras que colectivos y busetas, solamente 80 de gasoil, cantidad que pueden adquirir durante 28 días de cada mes.
De acuerdo con afectados, esta situación que igualmente es aprovechada por los isleros de las bombas, quienes exigen a determinados conductores 30 litros del combustible para permitirles evadir las tediosas colas, o en su defecto, los 30 mil pesos que habitualmente son cancelados a los llamados “ moscos”, quienes habitualmente suelen ser personas de la entera confianza de policías y militares.
Ayer miércoles en la avenida Simón Bolívar, conocida como la Marginal del Torbes, en una de las estaciones de servicio en la que abastecen de gasoil, las colas de autobuses y camiones se hicieron interminables, lo que por momentos causó contratiempos para la movilidad.
“Sólo se labora a ratos”
Juan Carlos Cardozo, transportista, expresó que el problema del abastecimiento de gasoil, limita a los transportistas a laborar pocas horas al día, ya que asegura que deben emplear la mayor parte del tiempo en las colas frente a gasolineras.
“No puedes trabajar ni siquiera unas seis horas diarias, pues cada vez que acudo a llenar el tanque del colectivo, debo estar en colas hasta siete horas. Eso además de afectarnos en nuestras labores, afecta a los usuarios, por eso es recurrente ver a tantas personas caminando por las avenidas y calles, pues no hay transporte que cubra las rutas”, declaró.
Argumentó el vocero, que es necesario que se tomen medidas que propendan por el mejoramiento del abastecimiento del combustible, ya que afirma, que lo contrario se agudizará la operatividad del transporte público o hasta posible paralización de este sector.
Pablo Eduardo Rodríguez