El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, busca retomar el diálogo con los independentistas catalanes reuniéndose este jueves con el presidente regional Quim Torra en una Barcelona blindada, donde el viernes sesionará el Ejecutivo español en medio de protestas separatistas.
Tras semanas de creciente tensión entre Madrid y los separatistas catalanes, Sánchez se encontrará con Torra en lo que será su segunda reunión luego de la que sostuvieron el 9 de julio, a pocas semanas de que el dirigente socialista asumiera el poder en España.
“Estamos muy lejos, esto es una realidad”, expresó Elsa Artadi, portavoz del gobierno catalán, que espera que acuerden “un mecanismo que sea estable” para un diálogo que rinda frutos concretos.
“No podremos avanzar si hay una reunión en julio, la siguiente reunión es en diciembre, si no hay una manera formal de ir avanzando”, afirmó.
Investido presidente del gobierno gracias en parte a los votos de los independentistas catalanes en el Parlamento, Sánchez enarboló desde entonces una política de apaciguamiento de la crisis catalana, que ha seguido viva luego de la fallida declaración de independencia de octubre de 2017.
Pero aunque los contactos entre ministros del gobierno español y sus pares catalanes se han multiplicado, el clima se agrió en las últimas semanas.
Los independentistas catalanes, sin quienes Sánchez carece de mayoría parlamentaria, le retiraron el respaldo después de que la fiscalía reclamara entre 7 y 25 años de prisión para sus líderes que deben ser juzgados a principios de 2019 por el intento de secesión de España.
Y el propio Sánchez, presionado por la derecha y la extrema derecha, que entró por primera vez en Andalucía en un Parlamento regional de España, para aplicar mano dura contra Cataluña, elevó el tono frente a los separatistas.
– Clima tenso –
En el Congreso de los Diputados la semana pasada, Sánchez los comparó con los defensores el Brexit, afirmando que no les queda “más que la mentira para sostener sus posiciones políticas”.
De su lado, el presidente independentista catalán se ha mostrado cada vez más beligerante, animando las protestas de los grupos ciudadanos de acción directa Comités de Defensa de la República (CDR) o evocando como ejemplo para Cataluña a Eslovenia, cuya independencia de Yugoslavia en 1991 dejó 62 muertes.
Incluso dentro del separatismo hay grietas: el verbo inflamado del presidente catalán choca con los llamados al diálogo de ERC, uno de los dos partidos independentistas en el gobierno y cuyos líderes en prisión provisional no se sumaron a una huelga de hambre de cuatro miembros de Juntos por Cataluña de Torra, finalizada este jueves.
“Esto solo podrá tener una solución positiva si negociamos políticamente, si hay diálogo”, afirmó a la AFP el vicepresidente catalán, Pere Aragonés.
En este clima llegará Sánchez a Barcelona para reunirse a las 18H00 GMT con Torra, en un encuentro que el gobierno español ha tratado de enmarcar dentro de la “normalidad de la estructura de nuestro Estado”, según palabras de la vicepresidenta Carmen Calvo.
Pero distancia entre Madrid y Barcelona se evidenció en la manera de presentar el encuentro: el gobierno catalán la tilda de “minicumbre”, como si fuera entre dos Estados diferentes, una descripción rechazada por Madrid que la asemeja a otras reuniones de Sánchez con presidentes regionales.
– Numerosas protestas –
Bajo el lema “Ni pactos ni renuncias: ¡Nada que negociar!”, el grupo juvenil Arran, ligado a la formación de extrema izquierda CUP, llamó a manifestarse frente al palacio donde será la reunión, que tendrá la seguridad reforzada.
El viernes, el dispositivo de seguridad blindará Barcelona, ante las numerosas manifestaciones convocadas para entorpecer el consejo de ministros extraordinario a las 09H00 GMT, que pretende desbloquear inversiones para infraestructuras en Cataluña entre otras medidas.
La potente asociación independentista ANC llamó a sus militantes a bloquear el viernes Barcelona con sus vehículos y los CDR se concentrarán cerca del palacete donde tendrá lugar la reunión del Ejecutivo, rechazada como una “provocación” por los separatistas.
“El 21D seremos ingobernables”, reza el Twitter oficial de los CDR junto a una imagen de un retrato en llamas del rey Felipe VI. Por la tarde, habrá una manifestación por el centro de Barcelona.