El viernes pasado, el gobierno de Guyana cayó después de un voto de censura, una medida que probablemente fue vista como un momento oportuno de debilidad en Caracas.
Por Nick Cunningham en Oilprice.com | Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Un día después, la Armada de Venezuela se acercó a dos barcos noruegos que realizaban trabajos sísmicos en aguas de Guyana el 22 de diciembre, lo que obligó a los barcos a huir a aguas más seguras. Los barcos, bajo contrato de ExxonMobil, están inspeccionando el área y trabajando para desarrollar los descubrimientos masivos de petróleo que podrían transformar a Guyana.
Venezuela dice que la actividad es ilegal porque se encuentra en territorio disputado, pero Guyana, y gran parte del mundo, considera el hostigamiento de los barcos venezolanos como ilegítimo. “Guyana rechaza este acto ilegal, agresivo y hostil”, dijo en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Guyana. La incursión de Venezuela “demuestra la verdadera amenaza que supone para el desarrollo económico del país su vecino occidental” y es un acto que “viola la soberanía e integridad territorial de nuestra nación”, dijo el ministerio.
El Departamento de Estado de EEUU dijo que la Armada venezolana se había comportado “agresivamente”, una declaración que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela criticó el martes por ser “intervencionista e irrespetuosa”. Venezuela dijo que los contratistas de Exxon estaban en áreas bajo “indudablemente soberanía venezolana”.
“A todas luces es evidente que el gobierno de EEUU interfiere a conveniencia en un asunto que en lo absoluto es de su incumbencia, con el fin de promover intereses corporativos vinculados con la élite gobernante en Washington, sin reparar en las más elementales normas del derecho internacional público” dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores venezolano en un comunicado.
La controversia se produce cuando ExxonMobil y su socio Hess Corp. están gastando mucho para desarrollar una serie de descubrimientos de petróleo en la costa de Guyana. Los descubrimientos abarcan alrededor de 5 mil millones de barriles de reservas de petróleo, y la costa afuera de Guyana ha saltado rápidamente a la cima de la lista de prioridades para ExxonMobil. Como tal, Guyana, un país muy pequeño y pobre en la costa norte de América del Sur, es el hogar de uno de los juegos offshore más activos y atractivos del mundo.
A principios de 2018, Exxon presentó un plan de gastos que le permitiría a la compañía aumentar significativamente la producción de petróleo para 2025, después de años de estancamiento de la producción. La excelente reputación de Exxon entre los accionistas se ha visto afectada en los últimos años, ya que ha luchado por crecer, y algunos de sus pares han alcanzado al gran líder. De hecho, muchos analistas ahora ven a algunos de los rivales de Exxon como una inversión mucho más convincente .
La estrategia de Exxon para aumentar las ganancias y expandir las bisagras de producción hacia arriba estáen dos objetivos clave . La primera, la cuenca del Pérmico, no es una sorpresa, ya que todas las demás compañías petroleras parecen apostar su suerte a las lutitas de Texas. El segundo, es la costa de Guyana.
El hecho de que Guyana se encuentre en el centro de la mira de una de las compañías petroleras más grandes del mundo ilustra el tamaño del potencial petrolero. Durante la última media década, Exxon ha hecho un descubrimiento tras otro en aguas de Guyana, revisando repetidamente su estimación de la cantidad de petróleo que podría haber debajo del lecho marino. Apenas a principios de diciembre, Exxon y Hess aumentaron su estimación de las reservas costa afuera de Guyana en un 25 por ciento después de anunciar su décimo descubrimiento.
Eso tiene el régimen de Maduro hirviendo. La producción petrolera de Venezuela ha estado en caída libre durante más de un año y la crisis económica solo ha empeorado con el tiempo. Venezuela reclama la propiedad de parte del territorio marítimo en el que trabaja ExxonMobil, pero Guyana dice que la disputa territorial se resolvió hace más de un siglo. Sin duda, Venezuela ha mantenido reclamos pendientes sobre el territorio del Esequibo durante bastante tiempo, pero el desacuerdo estuvo latente y sin acción durante décadas. Es decir, hasta que Exxon comenzó a hallar petróleo.
ExxonMobil se vio obligado a suspender las actividades de exploración después de la movida de Venezuela y Guyana remitió el caso a las Naciones Unidas. Hasta el martes, el ministro de Relaciones Exteriores de Guyana dijo que estaba “en discusión” con ExxonMobil sobre cuándo podría reanudar las operaciones, según reseñara Reuters .
A pesar del intento de la Armada de Venezuela de interrumpir las operaciones de perforación en Guyana, es poco probable que la medida tenga un impacto duradero en los desarrollos de Exxon en ese bloque. De hecho, el miércoles, Exxon dijo que sus operaciones no se vieron afectadas, a pesar de la retirada de los buques sísmicos unos días antes. “La exploración y el desarrollo de perforación continúa en la zona sureste del bloque Stabroek,” la compañía dijo en un comunicado.
El incidente es principalmente un episodio de una historia más grande que se desarrolla en Venezuela. El 26 de diciembre, Reuters publicó una investigación especial de un año sobre el fallecimiento de PDVSA a manos del líder militar de la compañía, general Manuel Quevedo. En 2017, Maduro entregó PDVSA a Quevedo en lo que se interpretó como un movimiento para obligar a los militares a acercarse más al régimen. Como detalla Reuters, los resultados han sido desastrosos.
Quevedo ha presidido un declive vertiginoso en la producción de petróleo, y la compañía ha visto un éxodo de trabajadores que no ha disminuido. Los ingresos por exportaciones de petróleo cayeron un quinto en 2018 respecto al año anterior y es probable que sigan disminuyendo.
Acosar a los buques petroleros en las aguas vecinas no cambiará esa dinámica.