Maracay y Caracas, 1958
Arriba al 60º aniversario, el doble alzamiento militar del 1º de enero que sacudió al país teniendo por epicentro a Maracay y a Caracas. Por cielo y tierra, los acontecimientos constituyeron el preámbulo del rápido deslave de una dictadura que se supuso todavía poderosa y de una oposición que logró recobrarse de sus debilidades, gracias a la decidida postura que asumió frente a la fraudulenta consulta electoral: no la concurrió, adversándola como clave de una unidad que consiguió su sentido, siendo tan realista como responsable.
La tentación es la de proyectar los eventos, todos los eventos de enero de 1958 hacia un siglo XXI caracterizado por la realización de un proyecto totalitario, sin precedentes en Venezuela. Son distintas las condiciones históricas, ciertamente, aunque hay lecciones que resultan imposibles de olvidar.
En un trabajo debidamente arbitrado que tuvo a bien publicar la revista especializada “Tiempo y Espacio” (https://es.calameo.com/read/0048760919b1edbb7be35 ), versamos sobre los hechos del 1º de enero de 1958. Al disculparnos por la inelegancia de la cita, nos permitimos contextualizarlo en una perspectiva de la sorpresa política interactuando las variables políticas y socio-económicas con las propias de un cambio hacia el interior de las Fuerzas Armadas Nacionales que no pudo detectar e interpretar adecuadamente la Seguridad Nacional, carcomidas definitivamente las bases del régimen.
Nos ha quedado en el tintero, la sistematización de las notas sobre el periplo parlamentario del perezjimenato que, igualando a Gómez, tuvo y ostentó su particular Congreso. Finalizando diciembre de 1957, desde los parlamentos regionales y las cámaras edilicias, hasta el propio recinto del Capitolio Federal, había comenzado el reemplazo de las curules que se creyeron soporte del nuevo período dizque constitucional, a partir de abril de 1958.
Finalizando 2018, no quisimos despedir el año sin referirnos a tan importante aniversario. Por lo demás, les deseamos a nuestros amables lectores lo mejor posible en 2019, iluminados e inspirados por la Buena Noticia que nos llevará a Belén el 7 de enero para oxigenarnos y emprender las luchas por la libertad que están pendientes.