Vicente Brito, presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, realizó una evaluación sobre la actual situación económica del país. “Cuando evaluamos las razones de la crisis que tenemos con elevados niveles de escasez y la hiperinflación que nos empobrece día a día, los análisis nos indican que han sido causadas por la política oficial de toma de empresas y tierras, tal como lo demuestran los bajos niveles de producción que hoy se obtienen y los inmensos recursos otorgados a este conglomerado empresarial público, para cubrir sus programas de inversión así como sus infinitas perdidas vía pagares del Banco Central con dinero inorgánico que es la principal causa de la hiperinflación que nos agobia”, asegura.
“Todo nos indica que la política oficial de tomar por parte del estado de la gran mayoría de los medios de producción, es la razón de la triste situación de pérdida del poder adquisitivo y del reducido consumo familiar sobre todo de los productos más esenciales”.
“Para entender la caída de la producción nacional debemos hacer un cuadro comparativo de cada empresa, finca, hato o hacienda tomada. De lo que se obtenía de cuando estaba en manos privadas y se cubría mas del 80% del consumo nacional en ellas se producía la casi totalidad de los alimentos de origen vegetal, así como carne, pollos, leche, pescado, huevos, etc. Lo mismo se observa en las empresas productoras de electricidad, cemento, acero, aluminio, agroquímicos, entre otras. Lo que se observa es una drástica caída en sus niveles productivos desde que pasaron a manos públicas”.
Destaca que “están a la vista en números lo que hoy producen y sus evidentes desmejoras en la calidad y el deterioro que se observa en ellas. Este proceso de toma, invasión o expropiaciones comenzó hace 15 años y se aceleró entre 2005 y 2012. Se estima que se les quitaron propiedades a venezolanos en más de 150 mil millones de dólares en las empresas y tierras que se tomaron sin ningún pago”.
“A un importante grupo de empresas transnacionales se afectaron inversiones en el país en unos cien mil millones de dólares, lo cual origino una serie de demandas con fallos antagónicos al interés nacional. Teniendo que pagarse monto elevados ante las decisiones de los tribunales de arbitraje, muchas veces por encima del valor que se pudo haber adquirido mediante negociaciones directas con estas empresas extranjeras expropiadas”.
“Pero lo más preocupante es que a pesar de los grandes recursos utilizados que superan los 200 mil millones de dólares, para aumentar capacidad de producción y mejoras de infraestructura, así como para cubrir sus elevados costos operativos y pérdidas. No se lograron resultados significativos, lo obtenido fue lo contrario ya que se desplomo la producción a ínfimas cantidades y buena parte de estas empresas y tierras quitadas a privados se encuentran paralizadas o abandonadas. Se observa a todo lo largo y ancho del país”.
Resalta que “buena parte de la deuda externa contraída y de los recursos del petróleo se utilizaron para aumentar la producción de estas empresas. Cuando estaban en manos privadas no le causaban ningún gasto al tesoro público, lo contrario pagaban buena parte de los impuestos que recibía el gobierno. Hoy todas estas empresas estatizadas causan perdidas y sus pagos de impuestos son difíciles determinar. Lo cual demuestra que la crisis social que padecemos es el resultado de la poca producción de las empresas estatizadas, responsable de los altos niveles de escasez y de la hiperinflación que nos empobrece día a día”.
“Es el resultado logrado por la política pública de estatización del sector productivo nacional. Esa son las causas de la verdadera GUERRA ECONÓMICA”, concluye.
Nota de Prensa