“Este año no vamos a fallar con el pernil, viene el pernil completo grande y gordo para todos los CLAP del país, el pernil bolivariano” Esta expresión de Nicolás Maduro del 20 de octubre de 2018, resume de manera inequívoca la praxis del usurpador del poder en Venezuela Mientras los niños no tienen alimentos, ni vacunas, para prevenir las enfermedades y se desnutren y al ser llevados a los hospitales mueren a mengua. La población padece la hambruna, el hampa roba, viola, asesina, secuestra impunemente, las policías persiguen a los más pobres y jóvenes. El Ministerio Público se divierte haciendo anuncios de fraudes estrambóticos, los cuales no resuelve y el poder judicial arrodillado solo persigue políticos disidentes y comparte con el hampa la agresión a la población. La híper inflación que empobrece cada día más a la gente la pretende combatir con la mentira del Petro.. Haciéndonos cada vez más infelices al extremo que más de cinco millones de venezolanos han decidido salir de la patria, buscando poder vivir de alguna manera mejor que en el paraíso chavo madurista.
Ante el fracaso total de sus disparatadas acciones, al usurpador solo le quedo anunciar los perniles como un gran logro de la revolución. El hambre desatada por él, es de tal magnitud que hasta una oferta de perniles es bien recibida. Ya el discurso de los motores y el país potencia no lo utiliza, él solo juega a someter al país por el hambre y el miedo. La única esperanza de la revolución es de perniles bolivarianos.
Simón Bolívar nuestro héroe epónimo, una vez mas es víctima de la apropiación de su nombre, repetición de lo hecho por todos los tiranos de la historia. Ahora en su enrevesado verbo los perniles grandes y gordos son “bolivarianos”. Apeló al nombre de Bolívar, para prometer perniles en un frustrado intento de rescatar alguna credibilidad. Son bolivarianas las patas de los marranos. Insólita ridiculez, solo se le pudo ocurrir en su mente llena de desvaríos.
Maduro nuevamente fracasó, no hubo perniles en la cantidad prometida y los claperos, reyes del bachaqueo, cobraron por adelantado los perniles y al verse con la plata y los perniles que no alcanzaban, como buenos chavo maduristas se quedaron con los reales y los perniles se los vendieron a los negocios de enchufados y entregaron a los pobres los podridos. A los que esperaban su pernil solo les quedo protestar y la inefable Guardia Nacional y la PNB, salieron a reprimir a los estafados, los cuales llegaron en Caracas hasta Miraflores para reclamarle a Maduro la promesa incumplida..
A Maduro ya no le basta, en su consternación, valerse del nombre de Bolívar, sino que ahora usa el nombre de Cristo y se confiesa “guerrero de Cristo” y “cristiano de corazón”. A nadie engaña con tales afirmaciones en primer lugar porque la religión de Cristo es la del amor y sus palabras y obras están muy lejos de la guerra. y nadie que tenga el corazón cristiano, puede dormir tranquilo, por citar un solo caso, cuando el hamponato revolucionario, saqueo el hospital emblemático de niños, el J.M. de Los Ríos y allí a mengua han muerto cientos de niños o cuando sus policías en las OLP matan a los más pobres y jovenes como el caso de los niños ajusticiados en El Valle, que estaban haciendo un pesebre para celebrar la natividad. Corazón cristiano no tiene un hombre que entrego a militares, turcos, chinos e iraníes, el oro, el coltán el uranio y ordenó la persecución de los indígenas pemones y sigue bailando en sus grotescas cadenas de televisión. Además es aliado del represor anti cristiano: Daniel Ortega que persigue en Nicaragua a los cristianos porque al igual que Maduro sus principios y valores, son contrarios a las leyes de Dios.
Ortega persigue y mata a los cristianos y Maduro se burla de nuestras creencias, preconizando como cristianas sus ideas de odio y destrucción y sobre todo anti venezolanas. el representa un Estado criminal contrario a la civilización cristiana.
El régimen esta cerca del quiebre, todos tenemos que poner de nuestra parte, solo les queda seguirse haciendo pasar por cristianos y bolivarianos. En resumen ni los perniles son bolivarianos, ni Maduro es cristiano.