Por increíble que parezca a un año tan malo como para ser recordado por ser el peor desde que nos independizamos… por lo visto lo sucederá otro más dañino. Lo escribo sin rabia, con responsabilidad pro con cifradas esperanzas.
¿Puede mejorar la suerte nuestra poniendo la apuesta sobre un cuerpo tan laxo con la corrupción como lo es la Asamblea Nacional, cuyos integrantes en buena parte se niegan a dejar de lado, cual lastre empobrecedor… al socialismo estatista que coincidencialmente es la ideología base del oficialismo madurista?
Evidentemente que no y es por ese detalle que uno a veces luce pesimista –más bien realista- ante los mentirosos que en estos veinte años todos los diciembres han anunciado cambios de gobierno “el año entrante”… ellos remozados ahora cuando inventan que el 10 o el 5 de enero… por razones arcanas, leguleyas y haladas por los cabellos –como que la elección de Nicolás Maduro es nula pero la de los 4 gobernadores y alcaldes no- caerá un régimen del cual estos sinvergüenzas son parte pero bajo el rol de parientes pobres, por más que el régimen los premie por colaboradores.
Esa Asamblea Nacional quizás en el futuro recobre la credibilidad que tuvo el 2015… en otra elección… con otros diputados.
Y mientras tanto… ¿qué hacer?
Lo primero organizar a 8 de cada 10 compatriotas que por razones obvias están molestos con la situación pero indignados con la oposición marrullera que aposenta sus nalgas en las curules de la A.N.
Ese nuevo movimiento, mayoritario, tendrá que taponarse los oídos para evitar la trampa del 5 y 10 de enero… días donde no puede pasar otra cosa distinta que nuevas humillaciones al pueblo opositor.
Especial interés tendrá este movimiento de vocación mayoritaria en construir y proponer una vía distinta al socialismo estatista, para poner nuestra Venezuela en ruta a recuperar el tiempo perdido.
En ese sentido y con sólidas razones rechazamos la triquiñuela que a nombre de uno de los Frentes Amplios publicitaron como “Plan país: el día después”.
Ese Plan no es otra cosa que una grosera propuesta de mayor endeudamiento de la Nación… de nueva quiebra y entrega de lo poco que en materia de recursos naturales no ha entregado Nicolás Maduro al gran capital financiero internacional… y comisiones para el lumpen de economistas criollos enchufados en los ambientes del FMI… comisiones que dejarán en pañales las de Andrade, Gorrín y los Bolichicos.
Por fortuna entre los jóvenes de la clase trabajadora que se quedó en el país –también entre los de la diáspora pero esos a diferencia de las famosas golondrinas… no vuelven- el capitalismo de libre empresa como vía para salir de la miseria… prende.
Y así, aunque de seguro nada va a pasar ni el 5 ni el 10 de enero… lejos de la Asamblea Nacional y el colaboracionismo que allí se ventea… hay motivos de esperanza.
Feliz 2019.