Domingo Alberto Rangel: Carnaval en Enero

Domingo Alberto Rangel: Carnaval en Enero

EFE / Marcelo Sayão

 

Habrá hambre, desempleo y diáspora pero el espectáculo nunca para. Total la política es para “lo grande”… no para menudencias.

Por fortuna hace décadas me prometí impedir que anuncios triunfalistas pero desapegados de la realidad, provenientes de los políticos que desde lejanas fechas convirtieron el ser “opositores” en un jugoso negocio… me perturben mente, tiempo y salud.





Si le hiciera caso a lo que anuncian estos caballeros, antes del 10 de enero bolivarianamente cogería las de Villadiego, como el Libertador cuando huyó a Oriente ante la llegada de los españoles… con mis gatos y las pertenencias que pueda llevar.

Y si fuese otro tipo de persona quizá me quedaría en Caracas a ver si en verdad “el pueblo”, antes de saquear propiedades ajenas, a tiros, piedra y patada, impone al ambicioso diputado Guaidó… como nuevo Presidente… por un método absolutamente inconstitucional.

Son cómicos a veces.

Las masas cogen las calles furiosas cuando infieren tener derecho a algo que le quitaron… digamos como el pernil navideño… pero nunca por abstracciones leguleyas y menos para que nombren Presidente a quién no lo merece… por no haber ganado una elección.

Peor luce la situación, porque la llamada oposición no propone solución a la pauperización que vivimos los venezolanos… y el descarado plan para “el Día Después” implica, como ha sido desde que Carlos Andrés Pérez ganó su primera elección, brutales endeudamientos con entrega de patrimonio… y comisiones para políticos y gánsteres con título de economistas aparte de conexiones en el FMI, que dejará las que se embolsillaron los Gorrín y Andrade en pañales.

Por no haber una oposición seria este 10 de enero no pasará nada, salvo lo previsto.

Nicolás Maduro ingresará y saldrá como Presidente del local donde el TSJ le tome juramento ante la inefable declaración de “desacato”, continuo contra la A. N. anoto.

En la juramentación habrá público, bebida y comida, no mucha.

Y en el viejo Palacio Federal Legislativo, acompañados de un puñado de empleados y seguidores… los diputados opositores a pesar de ser jóvenes… dirán apolillados discursos donde las soluciones a favor del pueblo y el mercado no tienen cabida… pero eso no importa… de otra manera habrían elegido otro diputado con más prestancia y menos ambiciones que Guaidó como jefe del legislativo nacional, aunque convengo en que el elegido tiene apoyos entre la Boliburguesía ladrona que emigró y vive en Miami.

De todas maneras pocas cosas cambian con estos actores porque joven como Guaidó o gastado como Barboza… sería pedirle peras al olmo esperar un acto de grandeza nacionalista.

Nada, el Carnaval llega adelantado este año.