Muy bien que hoy exista la polémica, incluso, la que se desea jurídica, porque urgimos de un mínimo discurso racional en el curso de una dictadura que nos desea por siempre – a todos – disparatados. Las circunstancias obligan al debate político, pues, demandantes de la libertad y la democracia, resulta inconcebible condenar cualesquiera matices o diferencias para alcanzarlas.
La Fracción Parlamentaria 16 de Julio y, particularmente, Vente Venezuela, es partidaria de la implementación inmediata del artículo 233 constitucional. Significa que el colega parlamentario Juan Guaidó, debe asumir formalmente la presidencia interina de la República.
La semana próxima pasada, la referida fracción se vio obligada a salvar el voto en el acuerdo que trató la materia, porque luce inconcebible la transferencia de tamaña responsabilidad a todos y a cada uno de los integrantes del cuerpo. El interinato remite al presidente de la corporación legislativa, la misma que debe – una deuda contraída desde enero de 2016 – nombrar a los nuevos rectores del CNE, por ejemplo.
Vale decir, la transición democrática acarrea clara y específicas responsabilidades. La propia constitución de un gobierno de unidad y reconstrucción nacional, otro ejemplo, no se improvisa.
Por fortuna, la campaña digital de distorsión, no prosperó al pretender que la 16 de Julio renegó de sus posiciones. Ella, y no de ahora, ha sido clara, inequívoca y hasta contundente, por lo que no deben usarla de pretexto de distracción para correr la arruga, como no pocos aspiran.