Más de cien personalidades venezolanas agradecen a EEUU y demás países que reconocen a Guaidó (manifiesto)

Más de cien personalidades venezolanas agradecen a EEUU y demás países que reconocen a Guaidó (manifiesto)

REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

La coyuntura política que atraviesa Venezuela ha creado un dilema para todo el mundo. El globo se ha vuelto a dividir entre Occidente y Oriente. Esa realidad ha impulsado a diferentes actores a pronunciarse al respecto —o a participar en el debate—. Medios de comunicación que llaman a Juan Guaidó presidente «autoproclamado» y otros que, por la determinación de Estados Unidos en apoyar al nuevo jefe de Estado de Venezuela, asumen una postura, no a favor de Nicolás Maduro, pero sí en contra de Donald Trump.

Por: PanAm Post





Uno de los que bramó al respecto fue el reconocido lingüista, filósofo y activista norteamericano, Noam Chomski, quien, en una carta respaldada por otros 69 intelectuales, condenó el apoyo del Gobierno republicano de Trump a Guaidó. También se han pronunciado destacadas voces como la del político libertario Ron Paul y el reconocido escritor y periodista Jon Lee Anderson. Todos condenan a Maduro, entre comillas, pero reprueban que las grandes naciones democráticas del mundo reconozcan a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, le den su respaldo y además presionen con sanciones —y otras medidas— al régimen dictatorial de Nicolás Maduro.

Ante esta tesitura (la discordia —y la ignorancia— de los medios para referirse a Venezuela, el rol de muchos que desaprueban el apoyo del mundo a la oposición venezolana, las peligrosas audacias de individuos que, queriendo o no, colaboran con Maduro; y la importancia de hacerle saber a la mayoría de países del mundo que están haciendo lo correcto), un grupo heterogéneo, amplio, de 129 venezolanos destacados; todas, personalidades de primera, firmaron un manifiesto titulado Carta de reconocimiento a los países que respaldan el rescate de nuestra libertad.

Aparecen nombres tan sobresalientes como el del director del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero; el periodista César Miguel Rondón; el diplomático Diego Arria; el activista Julio “Coco” Jiménez; la escritora Ana Teresa Torres; el director del Centro para el Desarrollo Internacional en la Kennedy School de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann; la periodista Patricia Poleo; el profesor de Georgetown y columnista en el diario El País, Héctor Schamis; el historiador e histórico dirigente, Enrique Aristeguieta Gramcko; y el destacado profesor universitario, autor y abogado, Allan Brewer-Carías.

Se trata de una parte importante de la intelectualidad venezolana. Poetas, escritores, guionistas, periodistas, filósofos, politólogos, sociólogos, músicos, políticos. Todos unidos para desmontar la narrativa de que en Venezuela la oposición ejecutó un golpe de Estado, de que se trata de una crisis reducida estrictamente a los venezolanos; y para saludar —y agradecer— a todos los países que, como Estados Unidos, han apoyado la causa por la libertad de los venezolanos.

A continuación el manifiesto, firmado por 129 personalidades:

Carta de reconocimiento a los países que respaldan el rescate de nuestra libertad

El 24 de enero de este año fue publicada una carta abierta, firmada por 70 intelectuales, liderados por el reconocido filósofo y pensador estadounidense, Noam Chomsky, en la que rechazan la “injerencia” de Estados Unidos en Venezuela. Propiamente, los intelectuales condenan el respaldo de la administración republicana de Donald Trump al legítimo presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Según ellos, el reconocimiento a Guaidó como jefe de Estado de Venezuela aceleraría la crisis del país hasta derivar “en un baño de sangre, caos e inestabilidad”.

Resulta que el baño de sangre —con más de 300 mil personas muertas de forma violenta, según estadísticas debidamente documentadas sobre el tema—, el caos —sumado al trasladado forzoso de millones de venezolanos a otras latitudes— y la inestabilidad imperan en Venezuela desde hace, al menos, veinte años. Todas consecuencias de la devastación provocada por la imposición de un régimen que en un principio gozó del respaldo popular, pero que aprovechó esa legitimidad para devenir en un cruel autoritarismo de talante totalitario.

Hoy Juan Guaidó es el presidente legítimo de Venezuela. Es un deber moral respaldarlo y reconocerlo así. No porque se haya autoproclamado —como han sugerido medios que, quizá sin querer, terminan colaborando con la narrativa del régimen de Nicolás Maduro—. Tampoco porque haya habido un golpe de Estado. Guaidó es presidente de Venezuela porque, según la Constitución, le correspondía. Era su deber, ineludible, cierto, y lo asumió.

De acuerdo con el artículo 233 de la Constitución de Venezuela, cuando hay falta absoluta del presidente —decretada, en 2017, por la legítima Asamblea Nacional y ratificada en mayo de 2018 en unas elecciones fraudulentas, desconocidas por más de sesenta países—le corresponde al presidente del Parlamento asumir las funciones del Ejecutivo.

No se trata de un proceso manipulado a favor de ciertos intereses. Maduro no ganó ningunas elecciones porque no existieron. En cambio, hubo una parodia electoral. Y como el usurpador Nicolás Maduro no ganó en ningunos comicios, a partir del 10 de enero las competencias de la presidencia se transfirieron automáticamente a la cabeza del Parlamento. Y Juan Guaidó asumió su responsabilidad. Lo hizo en un país acostumbrado a las faltas, a la irresponsabilidad y a la incompetencia. El 23 de enero, finalmente, se juramentó como presidente interino.

Todos los países que hoy manifiestan su respaldo a Juan Guaidó y lo reconocen como jefe de Estado están apoyando, al mismo tiempo, nuestra Constitución y la soberanía popular. Se trata de un fundamental espaldarazo a nuestra realidad jurídica y política. Es, también, un rechazo a las ilegales maniobras de fuerza del régimen de Nicolás Maduro y su intento de suprimir al legítimo Parlamento. Es, al final, un apoyo, esencial y urgente, a la causa por la libertad de un país secuestrado.

No se trata de una contienda entre izquierdas y derechas. Tampoco de una simple crisis política, reducida a un conflicto entre venezolanos. Hoy Venezuela es el centro de una campaña mucho más grande. Es el cuadrilátero en el que chocan fuerzas binarias. Por más maniqueísta que suene: se trata de los amigos de la libertad contra los enemigos de ese gran valor; se trata de quienes estiman la sociedad Occidental, con todos sus grandes atributos, contra los que la detestan. De la barbarie contra la civilización, basada en el respeto a la dignidad humana.

Y hoy Estados Unidos, Brasil, Colombia, Canadá, Paraguay, Perú, Ecuador, Chile, Argentina, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Honduras, República Dominicana, Haití, Bahamas, Georgia, Australia, Israel, Albania, Kosovo y todos los países que han manifestado su reconocimiento a Juan Guaidó como presidente legítimo, junto a instituciones como la OEA y el Parlamento Europeo que se han pronunciado en el mismo sentido, asumen una postura a favor de la libertad, de los grandes valores que hoy, más que nunca, deben defenderse.

En cambio, quienes siquiera insinúen que aquellos que lideran la causa por la libertad en Venezuela están provocando una peligrosa crisis; que un diputado, desarmado, está ejecutando un golpe de Estado contra un dictador, bastante armado y peligroso, asumen una postura a favor de la opresión, de los peores vicios del mundo. Se ponen del lado, además, de grandes y peligrosos autoritarismos. Asumen la postura de los regímenes de Rusia, China, Cuba, Turquía, Irán y Siria. Y también la de sanguinarios grupos terroristas como Hezbollah y Hamás, que han manifestado su apoyo a Nicolás Maduro.

Precisamente como Venezuela es parte de una disputa entre la libertad y la opresión, entre la barbarie y la civilización; y como la voluntad popular ha sido secuestrada y no hay espacio para elecciones libres, es que para los venezolanos es urgente el respaldo de las grandes naciones del mundo. Y eso lo han entendido quienes hoy se ponen del lado de los demócratas y de quienes quieren rescatar la libertad de Venezuela.

No solamente hay que agregar a Hezbollah y a Hamás a la fórmula. Venezuela es, también, un territorio dominado por otros grupos terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional. Además, un Estado subordinado a la voluntad de La Habana.

Los venezolanos necesitamos el apoyo de las democracias del mundo. Que nos ayuden a cercar y a atenazar a este cruento régimen que sigue empecinado en mantener secuestrada a toda una sociedad. Es por ello que hoy, con toda la modestia y la responsabilidad, saludamos el reconocimiento y apoyo que el mundo democrático, sin discriminar a ninguna parte de él, ha dado a la causa por la libertad de Venezuela.

Que no haya espacio para las manipulaciones. Tampoco para quienes, desde la ignorancia, distorsionan nuestra realidad o la contaminan con asuntos domésticos de otras sociedades. Agradecemos el apoyo y lo precisamos.

Venezuela será libre.

Firman:

Adrián García Vivas, filósofo
Adriana Pérez Bonilla, periodista
Adriana Villanueva, escritora
Alberto Conde, profesor universitario
Alejandro Armas, periodista
Alejandro Varderi, escritor
Alfredo Gorrochotegui, profesor universitario
Allan R. Brewer-Carías, profesor universitario
Álvaro Rafael, editor
Ana Nuño, escritora
Ana Teresa Torres, psicóloga y escritora
Anamaría Aguirre Chourio, escritora
Andrea Ettedgui, psicóloga
Andrea Quero, traductora
Andrea Rondón, profesora universitaria
Andreína Mujica, periodista y fotógrafa
Anita Pantin, artista visual
Antonio Canova González, profesor universitario
Antonio Silva Aranguren, profesor universitario
Armando Rojas Guardia, escritor
Arturo Gutiérrez Plaza, escritor y profesor universitario
Asdrúbal Aguiar Aranguren, escritor y jurista
Betina Barrios Ayala, escritora
Blanca Strepponi, escritora y editora
Carlos Egaña, dirigente estudiantil UCAB
Carola Briceño, periodista
César Miguel Rondón, periodista y escritor
Clara Machado, escritora
Claudia Cavallin, profesora universitaria
Claudia Madrid Martínez, profesora universitaria
Corina Yoris, filósofa y autora
Daniel Lara Farías, internacionalista y periodista
Daniel Pratt, escritor
Daniel Varnagy, profesor universitario
Dariela Sosa, periodista
David Ludovic, periodista y profesor universitario
David Morán Bohórquez, ingeniero
Delia Pérez, periodista
Diana López, artista y activista
Diego Arria, diplomático
Edda Armas, poeta
Edecio Brito Adrián, periodista
Edsen Moreno, filósofo
Eduardo Lugo, activista
Emmanuel Rincón, escritor
Enrique Aristeguieta Gramcko, historiador y dirigente político
Enza García Arreaza, escritora
Erik Del Búfalo, filósofo
Fabio Valentini, activista
Gabriel Antillano, escritor y profesor universitario
Gisela Kozak, escritora
Graciela Pantin, socióloga
Guillermo Parra, traductor
Gustavo Manzo, profesor universitario
Héctor Schamis, profesor universitario en Georgetown y escritor
Héctor Torres, escritor
Henkel García, economista
Hensli Rahn, escritor
Hernán Lugo-Galicia, periodista
Hugo Bravo, profesor universitario
Irene del Carmen Pérez, filósofa
Iria Puyosa, investigadora
Jessica Duarte, psicólogo
Joaquín Marta Sosa, escritor
John Manuel Silva, escritor
Jorge Lazo Cividanes, profesor universitario
Jorge Tricás, profesor universitario
José Rafael Herrera, filósofo y profesor
José Tomás Angola, escritor
Juan Carlos Sosa Azpúrua, abogado y escritor
Julio César Rivas, activista
Julio Jiménez Gedler, activista
Kira Kariakin, escritora
Lennis Rojas, librera y gestora cultural
Leonardo Arangibel, productor de televisión
Lorena Caraballo, escritora
Lorena González Inneco, curadora y escritora
Luis Acuña, periodista
Luis Alfonso Herrera, filósofo
Luis Bond, guionista y crítico
Luis Henrique Ball, empresario y director PanAm Post
Luis Lauriño, historiador y profesor universitario
Luis Yslas, escritor
Marco Negrón, arquitecto y profesor universitario
María Teresa Belandria, profesora universitaria
María Teresa Romero, escritora
Marianne Díaz Hernández, escritora y activista
Marisol Aguilera, investigadora científica
Marjuli Matheus Hidalgo, periodista
Miguel A. Martínez Meucci, profesor de estudios políticos
Miguel Ángel Campos, escritor
Miguel Gomes, escritor y profesor universitario
Miguel Henrique Otero, periodista y director diario El Nacional
Milagros Socorro, periodista y escritora
Mirco Ferri, escritor
Nasly Ustáriz, profesora universitaria
Nehomar Hernández, periodista y politólogo
Nela Ochoa, artista visual
Norberto José Olivar, escritor
Orlando Avendaño, periodista y escritor
Óscar García Mendoza, banquero
Patricia Poleo, periodista
Patricia Van Dalen, artista visual
Pedro Urruchurtu, politólogo y vicepresidente de la IFLRY
Ramón Piñango, sociólogo y escritor
Ricardo Hausmann, profesor en Harvard
Ricardo Ramírez Requena, poeta y escritor
Rocío Guijarro, filósofa
Rodrigo Blanco Calderón, escritor
Rommel de los Ríos, turismólogo
Rory Branker, periodista
Rubén Machaen, periodista y escritor
Sabrina Martín, periodista
Samuel Bendayán, músico
Sary Levi Carciente, economista
Sergio Antillano, gerente cultural
Sergio Monsalve, documentalista y crítico
Shelly López Cedeño, activista
Susana González Nexans, editora
Taormina Capello, profesora universitaria
Thays Peñalver, escritora y abogada
Tomás Arias Castillo, profesor universitario
Tosca Hernández, profesora universitaria
Victor Maldonado, politólogo
Willy McKey, escritor
Yolanda Pantin, poeta
Sonia Chocrón, escritora
Pedro Mario Burelli, empresario
Gioconda San Blas, presidenta Academia de Ciencias