Carlos Ochoa: Las termópilas de Bernal

Carlos Ochoa: Las termópilas de Bernal

El pasado fin de semana fue el ejemplo más contundente de como el manejo de las redes sociales en los laboratorios de guerra informativa del gobierno, pueden manipular las emociones de un amplio sector de la sociedad venezolana, creando falsas expectativas, angustia y miedo.

En pocas horas las redes se llenaron de audios, mensajes e imágenes que daban detalles de logística, comando, y horarios de la llegada de tropas, que entrarían a Venezuela para custodiar la tan esperada ayuda humanitaria, de nada valió que diputados, dirigentes políticos, y hasta el propio Presidente interino Juan Guaidó, llamara a la cordura y a no atender esos falsos partes de una operación que por compleja sólo se conoce en la línea de mando de los países involucrados, en serio y en broma, gastamos el saldo de los teléfonos escuchando pos verdades, es decir mentiras construidas para mantenernos atentos a la ficción de unos acontecimientos que se fraguaron probablemente en una sala del G2 cubano en Caracas, con la intención de manipular psicológicamente, y disminuir el efecto positivo de las gigantescas movilizaciones que se han dado a lo largo y ancho del país respaldando a la Asamblea Nacional y al Presidente interino.





Para que fuese más creíble la novela de ficción que montaron en las redes, apareció en una foto como esperando la invasión, Freddy Bernal, en actitud de héroe en el puente internacional Simón Bolívar, como si se tratara de Leónidas en las Termópilas.

Todo esta manipulación tiene objetivos psicológicos y políticos, entre estos últimos el de crear un escenario de guerra virtual para darle fuerza a las brazadas de ahogado que está lanzando el régimen con un llamado a otro dialogo, con mediación de algunos de los pocos países democráticos que no han reconocido todavía a Guaidó, y por supuesto con la participación del  Papa Francisco, que siempre sale sonriente en las fotos cuando posa con dictadores. Uno de los objetivos es lograr la asistencia a esa hipotética reunión en Uruguay, de países que ya han reconocido el interinato Presidencial de Guaidó, para debilitar la coalición internacional que exige la salida inmediata de Maduro

El esfuerzo por ganar tiempo, desmotivar a la población que salió de nuevo a reclamar libertad, y neutralizar la acción en marcha de las principales democracias del mundo tiene un escollo insalvable para Maduro, está fuera de tiempo, el mundo democrático se ha puesto como objetivo la restitución del estado de derecho y la legalidad en Venezuela, y ese accionar si está en los tiempos correctos. Así que con Papa o sin él, el régimen tiene los días contados.

No depende de ninguna contraofensiva mediática o diplomática que emprenda, su salida del poder es inevitable, nada ni nadie puede detener el reloj de la historia cuando un ciclo agoniza, y en Venezuela se está cerrando un ciclo de oscuridad, un ciclo histórico que anuncia el principio de otro que trae mucha esperanza de retorno de los muchos que han emigrado, la reconciliación con justicia, y el camino de la prosperidad  que perdimos, cuando la mayoría se dejó seducir por los cantos de sirena de un militar golpista, que sembró el odio como principio y estrategia de su política.