El amor es el sentimiento más puro y noble que pueden desarrollar los seres humanos, es una energía catalizadora, inspiradora y motivadora para vivir y llevar adelante muchos proyectos de vida.
El amor es esperanza, entrega, fe, confianza, fidelidad, fuerza e impulso mágico que hace vibrar en una misma sintonía.
Todo lo antes expuesto para analizar de manera coloquial y sencilla, lo que viene significando para los venezolanos el fenómeno Juan Guaidó. Si, la Guaidomanía desatada durante las últimas semanas, cada vez con más fuerza y arraigo es, porque significa el despertar de la esperanza, de la fe, de la unión por un propósito trascendental de país, del renacer de sueños y de la posibilidad de poderlos realizar en un corto plazo.
Guaidó ha sido ese amor a primera vista, o ese enamoramiento quinceañero que te quita el sueño, las ganas de comer, que te mantiene soñando, ideando, pensando, ese que te hace sentir mariposas en el estómago y esa esperanza de vivir desde el respeto, la grandeza, el amor, la tolerancia, la dignidad, la alegría y la satisfacción, porque sin lugar a dudas, ese es el anhelo más grande de un pueblo que se ha resistido con valor a la tiranía, a la crueldad, al sadismo, a la miseria, a la violencia y a la muerte.
A lo largo de estos veinte años hemos tenido muchas pasiones, muchos sueños, muchos flechazos por parte de líderes y dirigentes que se han presentado como alternativa y respuesta unitaria a los desmanes de la tiranía, elaborados algunos sobre la marcha y sobre la urgencia, otros naturales y espintáneos, pero mi apreciación personal es que Guaidó no surgió no fue producto de un laboratorio, estaba allí como miles de venezolanos, trabajando por un cambio desde el escenario parlamentario y desde la cotidianidad, desde el asfalto, desde la sencillez, desde la humildad, y esa ha sido la clave a mi juicio, para esa empatía nacional.
No tiene slogan, no tiene jingle, no tiene uniforme publicitario, pero tiene un país que está esperanzado con este joven de 35 años, formado académicamente y humanamente para dar la pelea con valentía y entrega absoluta para rescatar a Venezuela y devolverle el amor, la alegría, los sueños, la felicidad y ese reencuentro con tantos afectos que huyeron de esta tragedia.
La relación entre @jguaido y el pueblo venezolano es amor a primera vista, ese que te desvela, que te ilusiona, que te rejuvenece, que te apasiona y que te hace sentir mariposas en el estómago, y que con el favor de Dios, de la comunidad internacional y de los venezolanos, va a ser amor del bueno y para mucho tiempo. La esperanza es la energía más poderosa para transformar nuestra Venezuela y devolverle ese sonrisa y ese amor.
@jguaido hoy tiene una gran responsabilidad en sus hombros, Venezuela tiene sus esperanzas en él como conductor de esta gesta, los ojos del mundo están en su accionar, y lo más importante, tiene la plena confianza en los venezolanos de que sí se puede y que sí se va a lograr.
Yosmar Poleo
Periodista
@yosmarpoleo