Enrique Viloria Vera: El 23 de febrero

Ya lo advirtió y sentenció Mateo, El Evangelista, cuando en sus escritos (25:35 -45), recordando las palabras del Señor:

35 “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.”

37 Entonces los justos le responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? 





38 “¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? 

39 “¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?” 

40 Respondiendo el Rey, les dirá: “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” 

41 Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. 

42 “Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber;

43 fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.” 

44 Entonces ellos también responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?” 

45 El entonces les responderá, diciendo: “En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis.”

El 23 de febrero, el mundo entero, los que defienden la libertad y la democracia,

los derechos humanos y el respeto al otro, estarán muy pendientes de lo que acontezca en la frontera colombo – venezolana. Todos apostamos por que se imponga el buen gobierno, que la camarilla revolucionaria, depredadora y usurpadora del poder deje de lado la tozudez, el fanatismo ideológico y la saña con la que han tratado al glorioso pueblo bolivariano. La justicia divina y la terrena ya impondrán las penas y castigos a los que se han hecho acreedores los genocidas bolivarianos. Recordemos lo escrito por Horacio:

 

La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera.