Una junta directiva nombrada este mes por el congreso de oposición controlada por Venezuela para dirigir la unidad de la petrolera estatal PDVSA Citgo Petroleum el jueves estaba organizando su primera reunión en la sede de la compañía, según dos personas familiarizadas con el importar.
La Asamblea Nacional de Venezuela, encabezada por el líder opositor y autoproclamado presidente Juan Guaido, nombró la semana pasada nuevas juntas directivas para PDVSA y las filiales PDV Holding, Citgo Holding y Citgo Petroleum en medio de una batalla política para controlar los activos extranjeros del país.
La presidenta de Citgo, Luisa Palacios, y otros miembros de las nuevas juntas directivas llegaron a las oficinas de la refinería en Houston el jueves después de trabajar con asesores para asumir legalmente el control de la empresa en Delaware, donde está registrada la refinería con sede en Estados Unidos, según personas familiarizadas con el asunto.
Palacios trabajaba desde la oficina del director general, según una de las personas. No estaba claro el jueves si planea obtener el título de CEO.
Su llegada representa un paso sólido en el esfuerzo de Guaido por tomar el control de los activos de la nación fuera de Venezuela. Muchos países occidentales reconocieron a Guaido como el legítimo jefe de estado de Venezuela, pero el presidente socialista Nicolás Maduro retiene el control de las instituciones estatales, incluida PDVSA.
Maduro considera que el reclamo de Guaido a la presidencia es un intento de golpe de estado y ha prometido que no permitirá que Citgo sea “robado”.
Cuatro altos ejecutivos de Citgo fueron removidos esta semana de sus cargos antes de la llegada de la nueva junta directiva. Los cuatro estaban vinculados a la junta anterior, dirigida desde una oficina del Caribe por Asdrubal Chávez, un primo del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que fue nombrado por el presidente socialista Nicolás Maduro en 2017.
Según la gente, se han producido otros cambios en la dotación de personal en los departamentos de finanzas, asuntos públicos y tesorería de la empresa.
Una portavoz de Citgo no respondió a las solicitudes de comentarios.
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Desde que Estados Unidos impuso sanciones a PDVSA el 28 de enero, al impedir que sus clientes estadounidenses transfirieran los ingresos de la venta a la firma venezolana, Citgo no ha revelado públicamente cambios ejecutivos ni su postura en la nueva junta directiva.
La subsidiaria ya no puede pagar a su empresa matriz por las compras de petróleo venezolano, a menos que el dinero se deposite en nuevas cuentas bancarias que serán creadas por el equipo de Guaido. Citgo importó 175,000 barriles por día de crudo venezolano el año pasado, según datos de Refinitiv Eikon.
Citgo es la octava refinería más grande de EE. UU. Y posee plantas en Illinois, Texas y Luisiana que proporcionan aproximadamente el 4 por ciento de la capacidad de refinación de EE. UU. También opera tuberías y terminales, y suministra combustible a una red minorista de 5,000 estaciones de servicio en 30 estados de EE. UU. (Reporte de Marianna Parraga; Editado por Gary McWilliams y Marguerita Choy)