Enrique Viloria Vera: Paradojas cucuteñas

Que puede ser más triste que un adiós 
Inmenso es el dolor que me has causado.

San José de Cúcuta es la capital del departamento colombiano de Norte de Santander; su nombre proviene de un homenaje doble: a San José, el carpintero Padre del Redentor, y al cacique Barí Cúcuta. En lengua de los amerindios que la habitaban, Cúcuta es Ciudad de los Duendes; también es conocida como la Perla del Norte, Primer Puerto Terrestre de Colombia, Capital basquetera de Colombia, Portón de la Frontera, Cuna de la República, Ciudad Verde, Municipio verde de Colombia, Ciudad de los árboles.

Según fuentes políticas y diplomáticas, el ex Presidente de Venezuela Nicolás Alejandro Maduro Moros, nació en Cúcuta el 22 de noviembre de 1961 y no en Caracas; aducen los voceros que así consta en el Registro Civil de la ciudad, en partida de nacimiento número 47, tomo 22A, de noviembre de 1961, y es hijo de Nicolás Maduro en Teresa de Jesús Moros Acevedo.





El pasado 22 de febrero, en vísperas del inicio del masivo transporte de la ayuda humanitaria que tanto reclaman los sufridos súbditos bolivarianos, la ciudad de Cúcuta fue generosa sede de un megaconcierto de ayuda y solidaridad con la malhadada Venezuela, en el que participaron destacados artistas de talla mundial. De acuerdo con las opiniones mordaces de sus paisanos, en Cúcuta se demostró el aprecio que los colombianos tienen por su poco querido compatriota. En un meme que se ha hecho viral, se lee:

La arepa es colombiana

El Alma Llanera es colombiana

La hallaca es colombiana

¡Maduro ¡No!

 

De allí que muchos colombianos proponen que Cúcuta sea también conocida como la Ciudad del Adiós al Dictador. En todo caso, parece ser que la sensatez privará sobre la tozudez de querer permanecer en el poder a toda costa, y que el Usurpador– junto con su consorte, familia, amigos, enchufados y aduladores -, ya está en gestiones para asegurarse su futuro: bancos turcos están recibiendo buchonas transferencias en divisas, así como está ultimando sus detalles para instalarse en Ankara, la capital de Turquía, y no en Estambul como era el deseo de la ex combatienta socialista.

Muy seguramente, la pareja gozará de los rigores del frío de Ankara, de los efectos contaminantes de la calefacción con carbón, y en especial, del degollamiento de los corderos que los feligreses musulmanes realizan en el frente de sus casas, a fin de respetar las prácticas halal …podrán también disfrutar de las golosas y multitudinarias moscas que se deleitan con la sangre seca de cordero en las calles y avenidas de la islámica capital turca.

Kars?lama  yoldas Maduro