Carlos Ochoa: La Campaña Admirable del Siglo XXI

Carlos Ochoa: La Campaña Admirable del Siglo XXI

Diosdado Cabello ha calificado al Presidente encargado Juan Guaidó como prófugo de la justicia, administrada, por él mismo y por Maduro, a su antojo. Esta declaración supone que, al retornar de Bogotá, el Presidente Guaidó será detenido, bien sea si arriba por Maiquetía en vuelo privado o comercial, o entra por algún punto de la extensa frontera que compartimos con el hermano país.

El hecho es que, después del 23 de febrero, los acontecimientos presionan los tiempos políticos y las estrategias para expulsar a Maduro se aceleraron. Las nuevas sanciones a funcionarios del régimen usurpador, incluyendo a gobernadores de estado, como el gobernador de Carabobo Rafael Lacava, que ha cumplido misiones de contacto con autoridades de USA y políticos norteamericanos para ganar tiempo, lo que dicen es que a Maduro le quedan pocas opciones para mantenerse en el poder y además, muy poco tiempo para escapar de la justicia internacional y ponerse a salvo en algún país que asuma el costo de brindarle asilo.

El hecho que hay que entender, es que si bien la ayuda humanitaria no entró el pasado 23 de febrero, lo cual es lamentable, por la tragedia de carencia de medicamentos y alimentos que nos acosa, sí pasaron los argumentos políticos y diplomáticos para subirle dos al cerco contra Maduro que, por razones de convertir a Venezuela en un estado aliado a grupos terroristas del Medio Oriente y en aliviadero del ELN colombiano, acusado internacionalmente de tráfico de drogas, ha colocado en el ojo del huracán de la geopolítica mundial a nuestro país, elevando la categoría de peligro de su gobierno para el continente y la seguridad hemisférica.





El incendio de los camiones desnuda y coloca contra las cuerdas al régimen, dejándolo solo, con una violencia inédita en la historia de las ayudas humanitarias a nivel mundial. Nunca se había visto un caso similar y dudo que lo veamos en el futuro.

La papa caliente la tiene Maduro y su jefe cubano Raúl Castro, ¿Qué van a hacer cuando Guaidó regrese a Venezuela? Si lo detienen, como se desprende de las amenazas de Diosdado, se puede producir una injerencia multinacional de fuerzas militares, a pedido de Guaidó, para restablecer el hilo democrático, poniéndole cese a la usurpación, en un escenario en donde la fractura de las FAN juega en contra del régimen usurpador, que cuenta más con el paramilitarismo de los colectivos, los guerrilleros del ELN, el pranato carcelario, y residuos de las FARC, para resistir una operación militar de alta complejidad encabezada por los Estados Unidos y otros países. Si no lo detienen y Guaidó ingresa al país, como lo ha anunciado, avanza la estrategia del cerco con una calle crecida y una comunidad de países más decidida a reconocer y apoyar a Guaidó como Presidente Encargado, haciendo casi imposible que Maduro y sus secuaces salgan ilesos.
Otra posibilidad es que Guaidó, por recomendación de sus asesores o por informaciones que maneje, se quede un tiempo en el exterior para preservar su integridad física. En ese escenario pueden ocurrir dos cosas: una, que se extienda su ausencia y empiece a despachar en una especie de gobierno en el exilio. Y dos, que coordine desde afuera una fuerza multinacional para introducir la ayuda humanitaria, que fracture definitivamente el apoyo del generalato a Maduro.

Esa posibilidad, salvando las distancias históricas, las circunstancias y los protagonistas, podría convertirse en la Campaña Admirable para liberar a Venezuela en el siglo XXI del coloniaje cubano y del nefasto y fracasado narcosocialismo. Como se ha escuchado, todas las opciones para salir de Maduro están abiertas.