En días en que se agudiza la escasez de productos básicos en Cuba, tanto en bodegas como en tiendas en divisa, la población revive los temores de otro “período especial”, como llamaron las autoridades a la crisis económica que padecieron los cubanos en la década del 90.
Por Tomás Cardoso e Ivette Pacheco para Martí Noticias
“Nosotros nos hemos enfrentado a otro periodo especial, me parece que más fuerte que el del 94 y 95. Está escaseando bastante las cosas”, dijo la santiaguera Nurvia Nuñez, a Radio Martí.
Para Guillermo del Sol, periodista independiente Santa Clara, la crisis con los alimentos no es tema nuevo.
“El periodo especial nunca ha dejado de existir, ha habido tiempos mejores, tiempos peores pero con mucha escasez. Es tremendo lo que estamos viviendo”, sentenció Del Sol.
La periodista independiente Miriam Leiva analizó las causas de este problema en una entrevista con Radio Martí.
“El gobierno cubano no tiene dinero, hace rato que Raúl Castro dijo que no tiene liquidez, eso significa que no puede comprar y no ha pagado. Las deudas que tenía, las tiene acumuladas, y por tanto no recibe créditos a corto plazo”, dijo Leiva.
La viuda del fallecido economista y periodista independiente cubano Oscar Espinosa Chepe considera que no se trata de un problema circunstancial y que lo grave es que “no es una cuestión pasajera”.
“No se puede decir que el gobierno dentro de poco va a tener dinero y que va a poder comprar. El problema es que se va a recrudecer, esta crisis va en incremento porque la entrada de dinero que estaba teniendo el gobierno a través de la venta de servicios a Venezuela ha caído grandemente”, explicó Leiva.
Sobre la dependencia económica de Caracas, el economista cubano Pavel Vidal en una entrevista concedida a la agencia española EFE esta semana comentó que la crisis que vive el principal aliado político y económico de Cuba, y las crecientes diferencias entre La Habana y Washington han puesto en alto riesgo “la capacidad de la economía cubana para atraer capitales y sostener los ingresos externos”.
El experto, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana, de Cali, Colombia, cree que “una vez más, la economía cubana deberá operar al borde de una crisis mucho más generalizada de balanza de pagos y de una posible agudización de la recesión”.
Leiva, por su parte, cree que de momento el gobierno está priorizando que no haya apagones para evitar una crisis más grande como la del periodo especial “que trajo una gran ansiedad en la población”.
?Negocios privados a punto de cerrar
La falta de alimentos y productos industriales en los mercados cubanos que golpea a la población también está afectando seriamente a los pequeños negocios privados.
Los dueños de cafeterías, restaurantes y bares que dependen de la venta de alimentos ven cada día más obstáculos a la hora de abastecer sus comercios al punto que muchos están a punto de cerrar sus locales y entregar las licencias.
Yoel Espinosa Medrano, dueño de una cafetería en la ciudad de Santa Clara, explica cómo se les está dificultando todo por el grave desabastecimiento.
“Nosotros va a llegar el momento en que vamos a tener que cerrar las cafeterías por falta de productos clave como el pan, el jamón y el aceite”, dijo Yoel, y mencionó que este último es fundamental para la elaboración de los alimentos.
“Va a llegar el momento en que no podamos vender más productos elaborados con aceite, eso me está afectando”, dijo.
El comerciante también mencionó los problemas para comprar café. Ahora solo le da para vender tres o cuatro cafeteras de al día.
En Camagüey, Leydis Tabares dice que la situación con la falta de aceite es tan crítica que ha obligado al cierre de de cafeterías y paladares.
“Aquí hay muchos merenderos que han cerrado porque no se consigue el aceite, porque no hay huevo, porque no hay de nada. Restaurantes que han tenido que cerrar porque la mayoría de las comidas que se venden son fritas”.
Tabares explica que aunque el problema con el aceite afecta por igual a los dueños de negocios y a la población en general, para los comerciantes es peor porque “tienen que conseguir las cosas muy caras en la calle y tienen que venderlas muy caras o no vender”.
Para Ángel Marcelo Rodríguez Pita, del Centro para el Desarrollo de la Sociedad Civil, que trabaja con cuentapropistas, son múltiples las afectaciones entre los emprendedores.
El sociólogo llama la atención sobre el hecho de que los dueños de negocios, sin importar las difíciles condiciones para abastecerse de productos, deben seguir pagando los impuestos como si todo funcionara normalmente.
El director del Centro para el Desarrollo de la Sociedad Civil dijo a Radio Martí que en la isla muchos negocios ya comienzan a tener pérdidas, sobre todo a partir de enero de 2019 que se han agudizado los problemas con el abastecimiento de aceite, harina, pan y café.
Rodríguez Pita además alerta que otros cuentapropistas que viven de alquilar habitaciones también están siendo afectados por la escasez, pues no tienen acceso a papel sanitario, jabones o detergentes, productos esenciales para mantener sus negocios al día.
Miriam Leiva apunta a que la actual crisis económica es reflejo de que el gobierno y sus dirigentes han caído en su propia trampa.
“El gobierno ha atado el país pero están ellos mismos entrampados en sus mismos intereses y sus mismos miedos a perder el poder”.