Familias sin comunicación, otra consecuencia del apagón en Venezuela

Motoristas se detienen a un lado de la autopista tratando de hallar señal de telefonía celular durante los apagones en Caracas, Venezuela, 9 de marzo, 2019. REUTERS/Marco Bello

 

Jessica Díaz estuvo cuatro días sin saber nada de su familia, que vive en un estado del oriente de Venezuela, debido a la intermitencia de las operaciones del servicio de telefonía como consecuencia del gigantesco apagón que afectó a gran parte del país petrolero.

“Hoy (martes) me pude comunicar con ellos en Puerto La Cruz, porque los mensajes no me salían desde el sábado”, dijo la cajera de 31 años.





El jueves, cuando comenzó el corte de electricidad, Díaz le pagó a un taxista con un kilo de sal para que la dejara en su casa en la barriada de Petare, al oeste de Caracas, porque no podía llamar a su esposo para que la recogiera en el trabajo.

En Caracas, entre viernes y lunes fue una postal usual ver a grupos de personas apostados en calles y autopistas con sus vehículos tratando de encontrar señal en sus teléfonos.

En Venezuela, el servicio de telecomunicaciones tiene limitaciones porque las telefónicas enfrentan restricciones de divisas en el marco del control de cambio de divisas impuesto en el 2003, lo que afecta inversiones y reposición de equipos.

Y el mega apagón fue un golpe más para la actividad. “La falla eléctrica sucede cuando en el sector de telecomunicaciones hay deterioro”, dijo el ingeniero José María De Viana, quien presidió una empresa telefónica en la década de 1990.

El apagón -que impactó en servicios como transporte, suministro de agua y telefonía- se extendió por cuatro días y el gobierno lo atribuye a un “sabotaje”, pero expertos dicen que responde a la disminución de las inversiones y la falta de mantenimiento.

El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo el martes “que la casi totalidad del suministro de energía eléctrica ha sido restituido”, sin mayores detalles de las zonas recuperadas.

“Las empresas tienen unas 2.000 estaciones con baterías que le permiten dar servicio por unas cuatro horas si no hay luz”, dijo De Viana, quien agregó que de esa cifra unas 200 tienen autogeradores de energía que requieren combustible, por lo que también hay problemas debido a que “en algunas zonas hubo fallas con gasoil” que las alimenta.

La recuperación del servicio es progresivo, dijeron dos fuentes del sector, que agregaron que un 70 por ciento de las celdas de telefonía móvil están operativas. Pero ante la emergencia, las dos principales empresas del sector dijeron que están ofreciendo mensajería de texto gratis.

En Venezuela hay unos 24 millones de suscriptores al servicio de telefonía móvil, según datos de la estatal de comunicaciones Conatel al primer semestre del 2018, y un 90 por ciento está bajo la modalidad prepago.

Las recargas se han visto afectadas porque en general se efectúan en comercios o a través de la banca, y las instituciones financieras también enfrentaron restricciones en medio del apagón.

El acceso a las páginas web de las entidades se dificultaba, y por momentos no se podían usar los puntos de venta, lo que generaba problemas para cancelar en supermercados o farmacias.

Los comercios cuyos puntos de venta no funcionaban cobraban en efectivo, e incluso en divisas.

Reuters