El presidente de Bolivia, Evo Morales, parece que no recorre las calles de La Paz. O suponemos que se calla, para no molestar a su mejor amigo Nicolás Maduro. Y es que allí, venezolanos que huyeron del saqueo chavista, piden ayuda y venden chucherías en pleno centro de la capital boliviana para poder sobrevivir. En sus carteles dicen “Somos venezolanos, estamos llegando a Bolivia y quisiéramos contar con su apoyo. Gracias por su colaboración. Dios los bendiga”. Algo que muchos venezolanos no pensaron que verían en su vida.
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Los migrantes venezolanos en Bolivia, aún no entran en las estadísticas de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que cifran en 3,4 millones los venezolanos que han salido del país. No serán muchos, porque ya Evo amenazó con deportar a los venezolanos que se atrevieron a protestar contra el régimen de Maduro.
Migrantes venezolanos temen ser expulsados de Bolivia por protestar contra Maduro
La crisis de Venezuela, la peor de su historia contemporánea con hiperinflación, escasez de productos básicos así como graves fallas en la asistencia médica y los servicios públicos, ha empujado fuera del país a 2,7 millones de personas desde 2015, en su mayoría hacia países de América del Sur, según la ONU.
Colombia alberga al mayor número de migrantes y refugiados, con 1,1 millón, seguido de Perú, con 506.000, Chile con 288.000, Ecuador con 221.000, Argentina con 130.000 y Brasil con 96.000.
Alrededor del 10% de la población venezolana, huyó de su país. La proyección de la ONU es que a fines de 2019 sumen 5,3 millones.
La Acnur califica al éxodo venezolano como el desplazamiento humano más grande de la historia en el hemisferio , y valora la “generosidad y solidaridad” de los países de la región.
“Se espera que la cantidad de personas desplazadas, refugiados y migrantes aumente si la crisis política y económica persiste en Venezuela”, Luca Russo, analista senior de crisis alimentarias de la FAO.