Presentación del documento: Proclama por la Defensa de la Constitución

Presentación del documento: Proclama por la Defensa de la Constitución

Nosotros, los abajo firmantes nos dirigimos a la colectividad y a la comunidad internacional para expresar nuestra preocupación por la delicada situación nacional. El país vive una hora crítica. El signo de estos tiempos es el ejercicio autoritario del poder, la anarquía institucional, la violencia política, la debacle económica, el drama social y el caos de los servicios públicos. Resulta indignante la represión, la utilización del aparato policial y judicial para la persecución política, la censura informativa y la violación sistemática de los derechos humanos.

En mayo de 2018, la Asamblea Nacional, órgano constitucional legítimo de la representación popular, declaró inexistente la elección anticipada para el período 2019-2025 convocada por la espuria Asamblea Nacional Constituyente conformada en 2017. En consecuencia, en ausencia de presidente formalmente electo, el pasado 23 de enero, el diputado Juan Guaidò Márquez   tras su proclamación en acto público asumió las competencias de la Presidencia interina de Venezuela, en ejecución e interpretación analógica del artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Manifestamos nuestro respaldo a  la Asamblea Nacional,  en virtud de  la defensa que ha asumido de nuestra Carta Magna, con la premisa de restablecer la efectiva vigencia de la Constitución en su propósito de erigir un real y efectivo Sistema Constitucional que implique el cese de la usurpación del régimen del señor Nicolás Maduro Moros, se constituya un gobierno de transición  y nos conduzca al rescate de la legitimidad democrática, hoy conculcada, a través  del llamado en un tiempo perentorio a elecciones libres, de intachable imparcialidad y  trasparencia.                                                                                        





En el plano internacional más de medio centenar de países han reconocido la Presidencia interina y  un número mayor de naciones se han manifestado  en torno a la necesidad de encontrar una válvula de escape al conflicto político, señalando la necesidad celebrar una nueva elección presidencial lo cual en la práctica implica el desconocimiento del acto de votación del pasado 20 de mayo de 2018, marcado por una alta abstención y desarrollado con  un descomunal ventajismo y abuso de poder, con partidos proscritos y potenciales candidatos inhabilitados, encarcelados o en el exilio. En su momento los resultados de ese evento fueron denunciados incluso por los propios participantes.  Existe pues una crisis no solo de legalidad sino de legitimidad.

En medio de la turbulencia política, bajo la égida de los artículos 333 y 350, la Asamblea Nacional aprobó la Ley del  Estatuto para la Transición,  y adelanta la consulta pública de  la Ley Amnistía y  Garantías Constitucionales, para promover el proceso de reconciliación. Se trata de un tiempo inédito y excepcional y hacemos votos por allanar el camino a una salida democrática y pacífica a la crisis nacional. Nuestro deber como ciudadanos en restablecer la efectiva vigencia de la Constitución, cobra una particular relevancia en la defensa del poder constituyente del pueblo y su Constitución, refrendada el 15 de diciembre del año 1999 y ratificada en el referéndum del 2 de diciembre del año 2007.

Con profundo dolor constatamos la destrucción del Estado de Derecho por parte del régimen, que de forma irresponsable  ha condenado al pueblo a la  miseria absoluta, al  derecho a una vida digna, que tiene como presupuesto la  garantía  a la salud y el correspondiente acceso a alimentos y medicinas, obligación primerísima del Estado venezolano, en consonancia con el principio cardinal del Estado social y democrático de Derecho y de Justicia consagrado en nuestra Constitución , los valores superiores que lo inspiran y el capítulo de derechos sociales y de la familia que lo desarrollan. El Secretario General de la OEA y más recientemente la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU han puesto al descubierto, en el concierto internacional, lo que tantas veces ha denunciado la dirigencia política dentro y fuera del país.

Apoyamos solidariamente la urgente iniciativa de ayuda humanitaria   que cuenta con el respaldo y la colaboración   de    la    comunidad internacional, y de organismos multilaterales como estrategia de carácter coyuntural para atender la emergencia y  para  satisfacer   las  necesidades de alimentación  y asistencia sanitaria de  la población más vulnerable. Condenamos las criminales acciones  tendientes  a impedir u  obstruir  su ingreso a territorio venezolano.

Asimismo, nos dirigimos a los miembros, oficiales y soldados de nuestras Fuerzas Armadas, para exhortarlos a asumir la defensa de la Constitución, acorde con el juramento de protección a sus valores, principios y normas, que en su momento hicieron, y al clamor popular en aras de que el cielo de la patria brille  con estandartes de  democracia y la libertad.

Estamos resueltos a rescatar la fe y la esperanza en las potencialidades del venezolano para construir un país del que las generaciones futuras se sientan orgullosas. Añoramos el retorno de la diáspora venezolana dispersa por el mundo. Abrazamos la unidad superior  que le brinda esperanza a la gente, y le otorga a la sociedad el entusiasmo, la energía y el coraje para avanzar en la conquista de la democracia, y en la  confianza en la Venezuela por venir; una Venezuela de progreso, de equidad social, de igualdad de oportunidades, de trabajo digno, productiva y democrática.

Es toda una tragedia la situación nacional.  Resulta inmoral  supeditar el destino de la patria a los intereses de una minoría privilegiada que usufructa del gobierno a costa del pueblo. La tiranía ha estimulado la corrupción, favorecido el burocratismo y premiado la ineficacia. El régimen se atrinchera para intentar perpetuarse en el poder.  Sus voceros, ciegos y sordos ante la realidad, solo alcanzan a culpar a factores internos y externos del desastre que padecemos  y  amenazan con  convertir al país en un campo de batalla, lo cual sería extremadamente grave. El conflicto debe dirimirse en el terreno de las ideas. Hay un pueblo en la calle y un país en vilo. ¡El anhelo de cambio es un sentimiento nacional!

                                                                                           Caracas  9  de abril de 2019

Constituyentes:

Ricardo Combellas            Ernesto Alvarenga          Haydee Brizuela      Jesus Sulbarán

Froilan Barrios             Geovanny Finol             Liborio Guarulla               Florencio Porras

Virgilio Avila Vivas       Leonel Jimenez       Alberto Jordan Hernandez    Carlos Tablante

Pablo Medina           Allan Brewer Carías          Antonio Di Giampaolo Bottini

Siguen firmas:

Américo Martín     

Héctor Pérez Marcano

Pilarica Romero

Jorge Villegas

Jesus Guevara

Charles Clavo 

Victor Madero