Sigue la búsqueda del piloto del caza F-35 japonés estrellado en el Pacífico

Sigue la búsqueda del piloto del caza F-35 japonés estrellado en el Pacífico

 

Las Fuerzas de Autodefensa de Japón continúan hoy la búsqueda del piloto del avión de combate F-35A que se estrelló en el océano Pacífico este martes mientras realizaba unas maniobras de entrenamiento.





De acuerdo con la investigación en curso sobre el accidente, el piloto no habría tenido tiempo de eyectarse del aparato, según detalles recogidos este jueves por la cadena pública japonesa NHK.

El avión de combate F-35A cuenta con un sistema de emergencia que expulsa a los pilotos de la cabina y despliega un paracaídas para su aterrizaje, pero el cuerpo aéreo del ejército nipón no recibió ninguna señal de que el sistema se activara durante el incidente.

Se sabe que el piloto se comunicó por radio para informar de que estaba cancelando el entrenamiento tras detectar señales de algún problema antes de que el avión desapareciera del radar.

El caza accidentado desapareció poco después de despegar de la base aérea de Misawa, en el nordeste del país, la tarde del martes.

El aparato sobrevolaba la costa de la prefectura de Aomori junto a otros tres aviones cuando se perdió el contacto.

Las fuerzas armadas hallaron posteriormente parte del fuselaje de la cola del avión flotando en el mar, en el que supone el primer accidente de un caza F-35 desde que empezaran a volar en 2011.

Japón empezó a desplegar aviones de combate F-35A estadounidenses en enero de 2018 para sustituir sus cazas F-4.

El país prevé desplegar en total 105 aparatos F-35A y adquirir en el futuro otras 42 unidades del modelo F-35B para sus fuerzas armadas, aunque el accidente podría ahora afectar a estos planes.

Este caza de quinta generación es fruto del programa de defensa más caro de la historia (su desarrollo ha estado plagado de retrasos y sobrecostes valorados en cientos de millones de dólares) y está considerado el avión de combate más sofisticado del mundo.

Su fabricación corre a cargo del gigante estadounidense Lockheed Martin y está financiada principalmente por Washington con el apoyo minoritario de países como Reino Unido, Italia, Holanda, Dinamarca, Turquía, Canadá, Noruega o Australia.

EFE