El Dalai Lama sale del hospital

El Dalai Lama sale del hospital

(Photo by PATRICK HERTZOG / AFP)

 

 

El dalai lama, el líder espiritual de los budistas tibetanos, salió este viernes del hospital de Nueva Delhi en el que fue ingresado el martes por dolores torácicos, anunció su portavoz.





El decimocuarto dalai lama, de 83 años, “salió a las 8H00 (02H30 GMT)” del hospital privado Max, situado en el sur de la capital india, y “ahora se encuentra muy bien”, declaró Tenzin Taklha a la AFP.

“Se está recuperando de la infección pulmonar que padecía y se tomará unos días de reposo en Nueva Delhi antes de regresar a Dharamsala”, al norte de la India, donde vive en el exilio desde que huyó de Tíbet en 1959, después de que cayera bajo control de la China comunista, agregó su portavoz.

El monje budista fue ingresado en el hospital Max el martes debido a unos dolores torácicos. Otro de sus colaboradores habló de un “ligero catarro”.

El premio Nobel de la Paz ya reanudó sus actividades “normales” y hace ejercicios, añadió Talkha.

Varios medios locales informaban el viernes que el dalai lama probablemente se quedara en Nueva Delhi varios días, antes de regresar a Dharamsala.

Aunque sigue siendo un orador extraordinariamente popular, el dalai lama ha reducido drásticamente sus compromisos internacionales y no se ha reunido con ningún líder internacional desde 2016.

Además, muchos gobiernos muestran reticencias para invitarlo, por temor a generar tensiones con el gobierno chino.

El dalai lama ha tratado de impedir cualquier tentativa del gobierno de China de nombrar a su sucesor reencarnado, al punto de haber anunciado en 2011 que él mismo podría ser el último del linaje, que se perpetúa desde el siglo XIV.

El dalai lama renunció en 2011 a su poder político y encargó la guía de los tibetanos en exilio a un primer ministro elegido por la diáspora, lo que supuso un cambio histórico.

Durante toda su existencia, que pasó en gran parte en India, el dalai lama ha buscado de forma incesante un compromiso con Pekín sobre el futuro de los tibetanos. Esa lucha no violenta y pacifista le valió el Premio Nobel de la paz 1989.

AFP