La cifra del hambre en Paracotos: 11 muertos y 30 detenidos por saqueos en la ARC

La cifra del hambre en Paracotos: 11 muertos y 30 detenidos por saqueos en la ARC

(Foto: Archivo)

 

 

Una ráfaga de tiros a mitad de la noche no sorprende a nadie en Paracotos. “Cayó otro saqueador”, es el pensamiento que invade a la mayoría de los vecinos cada vez que escucha el penetrante sonido, publica La Región.

La escasez de alimentos y la hiperinflación son los principales ingredientes de un cóctel que, hasta la fecha, ha cobrado la vida de una docena de personas en plena Autopista Regional del Centro (ARC).

“Mujeres, jóvenes, ancianos, niños, menores de edad. Hay de todo” responde uno de los saqueadores que accede a contarme lo que ocurre en este popular pueblo mirandino a cambio de no revelar su identidad.

Jairo – nombre ficticio que decidió adoptar durante la entrevista – es un joven de no más de 25 años, moreno, alto y tan delgado que resulta difícil creer que pueda cargar con el pesado botín que, según narra, logra tomar cada noche en la ARC.

Asegura que el fenómeno de los saqueos, implementado por un grupo de vecinos para “sobrevivir” , comenzó hace cinco años aproximadamente. “De tres para acá aumentaron más. Ahora se saquea a diario aquí. Yo saqueo sólo comida”.

A la pregunta que todos se hacen ¿por qué lo hacen?, la respuesta es corta y clara: hambre. “Hay hambre. Las bolsas que da el gobierno llegan cada tres meses. No hay empleo que valga. Esos sueldos no alcanzan para vivir, para comer. Estamos conscientes que hacemos lo malo, pero, si no, no comemos” .

Jairo es padre de tres niñas, vive a pocas cuadras de la transitada autopista, desde el porche de su humilde vivienda se escucha claramente el sonido de los pesados camiones que cruzan a alta velocidad la recta de Paracotos.

¿Ha habido muertos, heridos, presos?

-Van once muertos, cuatro menores de edad. A uno lo mataron los guardias. Los otros cayeron por arrollamientos y los que mueren porque les disparan los conductores.  Presos hay más de treinta.

Está consciente del peligro, sin embargo varias noche a la semana recurren al saqueo. “Porque no estoy dispuesto a ver morir a mis niñas de hambre”.

Puedes leer la nota completa en La Región.

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