¿Es muy roja la Cruz Roja?, por @ArmandoMartini

¿Es muy roja la Cruz Roja?, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, es un grupo humanitario mundial de características particulares y única en su género, por su relación específica con base en convenios internacionales con Estados y organismos internacionales por un fin verdaderamente humanitario

La Cruz Roja, fundada en Ginebra, Suiza en 1863, y que lleva en Venezuela más de un siglo; nace en Caracas el 30 de enero 1895, como parte de los actos organizados con motivo de la Conmemoración del Centenario del Nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucre, quien fue el héroe de la Independencia que más se preocupó por humanizar la guerra. Ha sido siempre una institución de confianza ciudadana indiscutible y presencia activa constante. Pero es tan fuerte la contaminación de la cual es capaz este régimen enfermo que hasta la Cruz Roja se hace sospechosa.

Podría incluso explicarse -jamás justificarse- que la dictadura castrista combatiera con enormes obstáculos, violencia y fuego la ayuda humanitaria que se intentó enviar a través del Gobierno interino, sin embargo, hace suspicaz que ahora el mismo régimen acepte el auxilio a través del organismo -por encima de toda sospecha- que pudo ir a la frontera a recibirla, verificarla, para luego organizar su distribución. No es secreto que atravesamos la más grave crisis política, económica, ética, social y moral. Imposible negar el deterioro de la calidad de vida, la pobreza crítica e índices de desnutrición son alarmantes, la salud esta desamparada, desde la atención hospitalaria hasta la consecución de medicamentos.





¿Por qué ahora sí y antes no?

Por qué aparece públicamente quien lleva años ¿sacrificándose o luciéndose? al frente de la Cruz Roja, que no dijo ni pio cuando se formó aquella batalla fronteriza en la cual hasta incendiaron una góndola -mucho más grande que cualquiera de los camiones que subieron en caravana desde Maiquetía- cargados con medicamentos, sin que policías, militares y testigos hicieran nada o muy poco para apagar el fuego. Y, que hoy, parece no escuchar los gritos de quienes denuncian la reventa de la ayuda humanitaria (tabletas para potabilizar el agua).

No se puede ser tan neutral como para no reclamar por la quema de medicinas, que la Cruz Roja está al tanto son dramáticamente necesarias. En aquellos días ya existía el problema eléctrico por descuidos de la tiranía y conocían la tragedia que oscureció al país desde marzo; ahora la ayuda humanitaria recabada incluye plantas generadoras para instituciones de salud, ¿no se necesitaban ya a comienzos del año, se hubieran salvado unas cuantas vidas -y salvarlas se supone objetivo fundamental de la Cruz y la Media Luna Rojas- si estos captadores de donativos las hubieran traído cuando se necesitaban. En los hospitales y centros de salud del Estado no se estropearon con el apagón revolucionario, castro comunista, socialista de marzo, el problema fue que cuando se produjo la interrupción en el flujo eléctrico las plantas no funcionaron o simplemente no estaban donde tenían que estar, ¿no sabía ni previó eso la Cruz Roja del hombre que tiene ya más de tres décadas de experiencia en esa temática?

Tal vez no pasen de ser suspicacias, pero llama la atención en este momento efervescente, con chalecos azules de uniforme, y un despliegue a la voz del régimen, en comparación con el silencio del primer trimestre de 2019. Tampoco deja de alertarnos que quien encabeza esta operación es un experto en aferrarse a un cargo en respuesta a un Gobierno aferrado a poderes civiles, militares y policiales, añadiendo las confusas declaraciones de roja cruz en el viejo continente.

El régimen aseguró que cualquier ayuda humanitaria puede ingresar, solo si es coordinada con su gobierno y cumple protocolos internacionales. Lo cual se logró mediante acuerdo firmado por los castristas gobernantes y representantes de la Cruz Roja, luego de reunirse con el Presidente del Comité Internacional, Peter Maurer, Presidente de la Federación Internacional de Sociedades -FICR-Francesco Rocca y el Presidente la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel.

Se dijo, es de caballero cruz rojano no involucrarse en política, o alguna de esas excusas oportunas; pero reconoció como Presidente a Maduro y desconoció a Guaidó. O sea, él, la Cruz y la Media Luna Rojas, tomaron posición y coordinaron con el castro madurismo la ayuda humanitaria, que algún diputado partidario de políticas izquierdosas elogió con aplauso emocionado y agradecido, parece querer el auxilio para siempre.

@ArmandoMartini