La emigración venezolana a Colombia bate récords por la tiranía de Maduro

La emigración venezolana a Colombia bate récords por la tiranía de Maduro

Un hombre que lleva una bolsa cruza por las trochas cerca del puente internacional Simón Bolívar, el 3 de mayo de 2019. (Foto de Luis ROBAYO / AFP)

 

 

Jamás imaginaron que los vecinos más ricos de la región, los que nadaban en petrodólares y les recibían por millones porque pagaban salarios más altos, terminarían mendigando comida y trabajo en sus calles. Y que les verían recorrer a pie, con sus equipajes al hombro, cientos de kilómetros en busca de mejores horizontes laborales en otras naciones sudamericanas, publica El Mundo.





Por SALUD HERNÁNDEZ-MORA
@saludhernandezm
Bogotá

Si en el 2014 Colombia solo tenía en su suelo no más de 130.000 emigrantes extranjeros de diversas nacionalidades, en el primer trimestre del presente año los venezolanos alcanzaron el récord de 1.260.594.

“Si no cambia la situación y sigue la dictadura, a final de este 2019 podríamos rozar los dos millones”, aventura el director de Migración Colombia, Christian Kruger, en entrevista con El Mundo. A esos números cabe agregar el medio millón de colombianos que residían en Venezuela y se vieron forzados a retornar, así como los venezolanos que van de paso y los que cruzan a diario la frontera para aprovisionarse de productos básicos, ir a un hospital o estudiar.

“Por el puesto fronterizo de Nariño con Ecuador, en el 2013 salieron 2.300 venezolanos. El año pasado, un millón”, indica Kruger. “En cuanto a la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, que emitimos para que puedan entrar o salir por los ocho puestos de control que existen, ya hemos otorgado 3.294.404. Sólo la utilizan con regularidad cerca de un millón, el resto la sacó pienso que como un seguro por si se presenta un conflicto interno y necesitan salir. La gran mayoría no tiene pasaporte por no poder pagarlo”.

Cualquiera que viva en Colombia encontraría innecesario consultar los datos oficiales para constatar el continuo crecimiento de los emigrantes. Cada día son más los venezolanos con gorra, chaqueta o camiseta con la bandera de su país, solos o en pequeños grupos, con frecuencia acompañados de niños pequeños, vendiendo cualquier chuchería en las esquinas o cantando. Tanto es así que desplazaron a los mendigos locales.

UN RETO PARA COLOMBIA
No se puede olvidar que en Colombia un 7% de la población sobrevive en condiciones de miseria y un 27% bajo la línea de pobreza. De ahí que acogerlos suponga un reto sin precedentes y su presencia incida en algunos aspectos de la economía. Según Juan Daniel Oviedo, director del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), el año pasado fueron 758.000 los venezolanos habitando en hogares pobres, circunstancia que, a su juicio, “estancó en Colombia la reducción de pobreza”.

Uno de los capítulos más complejos es su uso de la Sanidad púbica por la carga adicional que supone para un sistema que hace aguas por todas partes. No sólo atienden partos o severa desnutrición infantil, también tratamientos de VIH, cánceres y otras enfermedades de alto coste.

No es de extrañar, por tanto, que el Gobierno de Iván Duque haya hecho un eje de su Administración la salida de Maduro y la convocatoria de elecciones libres. Y no sólo por la avalancha de emigrantes, también por los intentos del régimen chavista de desestabilizar Colombia y porque el ELN se está fortaleciendo gracias al caos de Venezuela, su principal santuario, y al apoyo que le brindan tanto Maduro como la Guardia Nacional y sectores de las Fuerzas Armadas. En la última reunión del Grupo de Lima, celebrado el viernes en la capital peruana, el ministro de Exteriores colombiano, Carlos Holmes Trujillo, reveló informes de inteligencia que confirmarían el interés de Miraflores por agudizar los conflictos sociales de su vecino y atentar contra el jefe del Estado.

“Dentro de las informaciones se señalan posibles intentos contra la vida y la integridad del señor Presidente de la República”, comunicó Holmes a sus colegas. De ahí que entre las conclusiones del encuentro, incluyeran un apartado de rechazo a “la amenaza que representa la protección del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro a grupos de terroristas que operan en territorio de Colombia, cualquier intento de desestabilización de la institucionalidad colombiana, de atentado contra la vida y la integridad del Presidente Iván Duque y el menoscabo de la seguridad regional”.

APOYO DE CARACAS AL ELN
El ministro exhibió un vídeo para demostrar el apoyo logístico, financiero y territorial para instalar campamentos de entrenamiento que recibe el ELN por parte del chavismo. Fuentes castrenses, por su parte, han confirmado a EL MUNDO la presencia de la cúpula del ELN en Venezuela y que integrantes de dicha guerrilla estén ocupando los feudos y negocios ilegales, en especial la minería ilegal y el contrabando de distintos productos, que antes dominaban las FARC en las regiones limítrofes del país vecino. También refugian a miembros de la disidencia de éstos últimos.

Pese a la actitud de mano tendida hacia los emigrantes que ha manifestado Iván Duque en todo momento, no faltan las voces discrepantes dentro de su Administración. Su embajador ante la OEA (Organización de Estados Americanos), Alejandro Ordóñez, polémico ex candidato presidencial por los conservadores, sorprendió esta semana a sus pares en una sesión del Consejo permanente con sus manifestaciones.

“La dictadura de Nicolás Maduro hace parte de una agenda global para irradiar en la región el Socialismo del Siglo XXI. Para ello, la migración y las alianzas transcontinentales son parte de la estrategia para concretar ese propósito. Estamos ante un plan fríamente calculado para desestabilizar la región”, adujo. Y añadió que se trata del “más grave riesgo para la seguridad hemisférica”.

La posición levantó una polvareda de críticas y obligó al Ejecutivo a desmentirle. Primero lo hizo Duque al señalar en Casa Nariño que “el mundo tiene que valorar el heroísmo del pueblo venezolano que añora la libertad frente a la dictadura”. “Nos duele profundamente ver hermanos migrantes que llegan a nuestro territorio con hambre, sin vacunas, con frío en los huesos y con enfermedades. Ellos son víctimas de la dictadura y no promotores de la ideología de la dictadura”, afirmó. Admitió que genera retos al Gobierno, pero no por eso “debemos de dejar de ser fraternos”.

Y luego fue su ministro de Exteriores. “Con respecto a las declaraciones sobre el fenómeno migratorio”, dijo en un vídeo que difundió, “debo reiterar que obedece a la tiranía de Maduro, a la dictadura de Maduro, a las condiciones económicas, sociales y políticas que ha generado”.