Domingo Alberto Rangel: El opositor feo

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Extraño escribir sobre la fealdad en nuestro país cuando ya hace dos siglos el Barón de Humboldt se había sorprendido gratamente por la belleza de las caraqueñas. Para equilibrar la nota cabe recordar que el ilustre visitante también dejo constancia de que esas damas mantuanas sabían bailar y tocaban la guitarra… pero no leían libros por ser analfabetas en su mayoría.

No pienso sin embargo referirme a sobrepeso, celulitis, piernas cambetas o caras feas, masculinas o femeninas en esta nota. Tampoco pienso sacar del juego al maestro de la belleza convencional que sigue siendo Osmel Souza.

Me refiero a otro tipo de fealdad.





Es la fealdad del alma inculta, intolerante, chusca y falta de razones, aunque en algunos casos alegre y danzarina, a la cual se refería irónicamente Alexander von Humboldt a su paso por mi Caracas.

Yo sabía que que bajo ciertas circunstancias aflora entre algunos de nuestros compatriotas lo más feo del ser humano, incluyendo la cobardía esta vez aliñada con la ignorancia supina que se ve hasta en miembros de la Academia.

Lo sabía aunque nunca llegue a sentir en carne propia los dardos de ese tipo de fealdad. Pero, vamos por partes.

El detonante de esta descarga de infelices peos líquidos fue un programa al que me invito el periodista, amigo y político Vladimir Villegas que se hizo viral porque en vez de repetir fastidiosos y falsos lugares comunes… preferí hablar con la verdad y recordar que el menú de la politiquería polarizada no ofrece solución a los problemas porque ambos, el gobierno y la oposición, son estatistas y socialistas… siendo que entonces la salida viene por una derecha capitalista. Ay mi madre… eso no les gustó a los intolerantes.

Menos aún les gustó que desde Globovisi’on recordase que el rey Guaid’o está desnudo.

Quien se detenga a estudiar el empobrecimiento nuestro, brutalmente acelerado en estos años de bolivarianismo, pero que realmente comenzó en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, hace 45 años… entenderá que para conjurar los males asociados al estatismo socialista hay que remar “hacia atrás”.

Quien llegue a este punto comprenderá el llamado que hice en el programa de Villegas para organizar finalmente un frente político de derecha capitalista, pro mercado, destinado a buscar el poder para detener la miseria. Y también entenderá que el Presidente de la A. N. tiene demasiadas lagunas –aparte de estar rodeado de gente que ni cree en el mercado ni piensa dejar el estatismo como arma de control social- como para encabezar el Ejecutivo cargo para el cual se autojurament’o.

Eso habría abierto el debate para la gente sensata y civilizada. Seguro… pero no para venezolanos feos y malcriados que se acostumbraron a llamarse “demócratas” cuando no lo son… y a agredir verbalmente al adversario… sin aportar razones… y poniéndose furiosos cuando uno los pone en su lugar.

El o la opositora fea en realidad no tienen la culpa de que los llamados partidos, desde aquél golpe de estado que lanzó al comandante Chávez a la política… no formen a sus militantes y hoy día el socialismo, tanto gobiernero como opositor este lleno de fascistas violentos que sin embargo se autodenominan “demócratas”.

Pero con o sin culpa, a los que les molestaron los conceptos que un liberal, de derecha y pro capitalista expresó en la tele… les correspondía rebatir con otras razones. Pocos lo hicieron.

Y aún cuando el programa aludido se hizo viral desde youtube… aún cuando en las redes recibí muchos más apoyos que maldiciones… quedó el sabor amargo de quienes llamaron a mi recientemente fallecida madre –que fue adeca hasta la tumba- “paridora por el sobaco” y a mí –liberal pro mercado- desde “ñángara” hasta “G2” que es la muletilla de algunas damas que a dos siglos le dan la razón al Barón de Humboldt cuando señalaba el alto ‘índice de analfabetismo de las criollas principales.

Sobre el rey desnudo no añado nada que el propio Guaidó no rebele con sus hechos: ¿Alguien puede entender un golpe de estado que fracasa y los civiles complotados se esconden en embajadas y dejan los militares que los acompañan afuera?

No añado leña al fuego pero Rómulo Betancourt, un verdadero demócrata, quien paradójicamente se había aliado con los militares de Pérez Jiménez para tomar el poder vía golpe en 1945… aleccionado por los hechos en 1952 se opuso desde el exilio a que AD su partido, buscara combinaciones con militares ora para asesinar al dictador…o para derrocarlo vía cuartelazo.

Para Betancourt estas aventuras no regresarían la democracia civil… y tenía razón aunque Henry Ramos, Zambrano (a) Sobeyo, Leopoldo López Capriles y Guaidó… no entiendan el razonamiento y prefieran apoyarse en las acciones de calle de una pequeñísima minoría que ignora el ABC de la política y es tan violenta como fascista que son sinónimos.

Allá ellos y sus conciencias… nosotros seguimos construyendo el lego de la derecha… y ojalá los partidos democráticos entiendan que seguirle el juego a esa minoría… es tan letal como meterse en la jaula del león.