Cómo trabaja Antetokounmpo para ser una mezcla perfecta entre Jordan, Durant y LeBron

Giannis Antetokounmpo. | Foto: Jeff Hanisch-USA TODAY Sports

 

Giannis Antetokounmpo está llamando a ser la próxima mega estrella de la NBA. Gracias a su juego versátil, donde su capacidad física es decisiva para dominar cuando ataca, y a la hora de defender, este griego de 24 años ya está entre los mejores de la mejor liga del mundo del baloncesto.

Por Juan Jose Ramon Ciceri / Infobae





En la recta final de los playoffs de la NBA, los Milwaukee Bucks de Antetokounmpo fueron los primeros clasificados a las finales de Conferencia. Después de superar en la primera ronda a Detroit Pistons (4-0), ahora se quedaron con una serie que, en el análisis previo, parecía que iba a ser más costosa para el equipo, o hasta desfavorable por el talento de su rival, Boston.

Pero con otra gran actuación del número 34, la franquicia que terminó con el mejor récord en la temporada regular (60 triunfos y 22 derrotas), triunfó con un claro 4-1 para ser finalistas del Este por primera vez en 18 años (la última vez fue en 2001).

Giannis Antetokounmpo contra los Celtics de Boston. | Foto: Greg M. Cooper-USA TODAY Sports

 

A fines de la década del 80, Michael Jordan era el dueño del aire. El 23 de los Chicago Bulls volaba hasta la canasta, saltando desde la línea de tiros libres, para mostrar su capacidad atlética. En la NBA de hoy, Antetokounmpo tiene la capacidad de llegar al aro con tres zancadas, pegar un salto y volcarla con furia, gracias a sus 2.11 metros y 110 kilogramos.

En una era donde las posesiones son cada vez más cortas y los equipos han aumentado, considerablemente, los lanzamientos detrás de la medialuna de tres puntos, el griego se destacó en dos rubros que se anteponen al nuevo juego que se impone en la NBA. Se convirtió en el basquetbolista de la liga con más volcadas de los últimos 20 años sin necesitar de ser asistido. Sumó 116 en la fase regular, y además ingresó en una lista que dominó históricamente Shaquille O’Neal: anotó 1.226 puntos en la zona pintada, la zona cercana al aro.

Después de los 82 partidos de la temporada, Milwaukee terminó como el mejor equipo defensivo de la NBA. También estuvo entre los más destacados en ataque. En lo que va de la postemporada, los Bucks anotan casi 117 puntos por juego (2° en la liga) y reciben 101.6, la menor marca entre los 16 equipos que jugaron, o lo siguen haciendo, en los playoffs. Eso da una diferencia de +15 en favor del equipo que conduce Mike Budenholzer, candidato a ser elegido mejor entrenador del año en la liga.

Giannis Antetokounmpo contra los Celtics de Boston. | Foto: Bob DeChiara-USA TODAY Sports

 

En ese contexto, Antetokounmpo emerge como un jugador que sabe controlar el balón, puede generar sus propias chances camino al aro y lograr espacios para que sus compañeros eleven sus registros estadísticos. En eso se compara a la primera etapa de Lebron James en Cleveland, donde el Rey, gracias a su poderío físico, superaba a sus rivales y creaba posibilidades para el resto. Igual, esta versión de Giannis es superadora, sobre todo en defensa: con su envergadura de brazos y su capacidad física obliga a los rivales.

Con promedios de 27.7 puntos, 12.5 rebotes y 6 asistencias en 33 minutos por partido, el jugador que fue elegido en el puesto 15 en el Draft de la NBA 2013 guió a una franquicia de un mercado chico (lejos está Milwaukee de compararse con grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles o Boston) a ser candidato al título en la liga. A estar en el radar como uno de los rivales directo en la pelea por quedarse con el anillo que hoy le pertenece a Golden State.

Justamente, otro de los duelos que el mundo NBA espera que ocurra es el mano a mano entre Kevin Durant y el propio Antetokounmpo. El primero supo construir su fama de gran anotador en Oklahoma, para luego sumarle su condición de MVP (Jugador Más Valioso), distinción que ganó en 2014. El salto final al éxito llegó cuando se juntó con Curry y compañía en los Warriors.

Todavía sin dominar el tiro más allá de los 5 metros, Antetokounmpo mejoró sus porcentajes en tiros de tres. Pasó de un 25 por ciento en la fase regular a un 32 en nueve partidos de playoffs. Y eso lo logró porque es un adicto al trabajo. Gracias a que entrena fuera del tiempo de ejercicio con el equipo, fortaleció su físico, decisivo para su forma de jugar, y desarrolló en sus fundamentos clave del juego. Son conocidas sus largas jornadas en el gimnasio, ajustando detalles en su tiro o sobre diferentes aspectos del juego.

El tiempo será testigo de lo que le espera a la carrera de este griego que pasó de tener que comer sobras en la calle, en Atenas, a ser considerado entre los mejores de la NBA. ¿Será mejor que Jordan, James o Durant? Eso lo deberá mostrar en la cancha, siendo protagonista con su equipo y ganando campeonatos. Lo que sí es noticia conocida es ya trabaja para serlo.