Estoy contigo amigo @edgarzambranoad, por Robert Alvarado

Estoy contigo amigo @edgarzambranoad, por Robert Alvarado

 

“En la cárcel me preocupaba ser considerado un santo que nunca fui, incluso si se define a un santo como un pecador que sigue intentándolo” Nelson Mandela





En Venezuela la incertidumbre va de la mano de rumores que algunas veces se vuelven realidad. Fue en medio de una ola de rumores que el 08 de mayo de 2019 el vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Edgar Zambrano, advirtió en su cuenta twitter @edgarzambranoad: “Alertamos a todo el pueblo de Venezuela en este momento 6:35pm estamos rodeados por el Sebin, nos encontramos dentro de nuestro vehículo desde las instalaciones de Acción Democrática en la Florida”.

Cuando cargaron con él, con todo y carro, del rumor de que lo meterían preso pasamos a la privativa de libertad dictada a Edgar Zambrano, luego que el TSJ de Maikel Moreno decidió comprometer su responsabilidad y la Asamblea Nacional Constituyente lo dejó sin fuero parlamentario, por estar supuestamente incurso en la comisión de delitos que le endosan por haber acompañado al Presidente Juan Guaidó en el alzamiento cívico militar del pasado 30 de Abril.

Muchos de los que me están leyendo pensarán, éste es otro jala bola del diputado Zambrano, pues les digo que no. En este caso sigo principios del hogar que me inculcó mi padre Ramón Alvarado, quien decía: “En la cárcel y en la enfermedad se conocen los amigos…”, los verdaderos amigos nos acompañan al enfermarnos o si por infortunio caemos en la cárcel, hasta allá van a demostrarnos lo valioso que somos para ellos, esas circunstancias dejan claro a quién le importamos, con quién podemos contar en momentos difíciles en los que se requiere no necesariamente apoyo material.

Muchos han manifestado que Edgar se merecía “esa cana”, que carece de valentía por presentársele supuestamente un agudo cuadro hipertensivo, sin ánimo de confrontarlos debo decir que Edgar está por encima de esas percepciones erradas, sé de su talante, gallardía y calidad humana porque me tendió la mano en momentos difíciles, justo cuando desde la Gobernación de Yaracuy, el Ministerio Público y el Poder Judicial pregonaban a los cuatro vientos que el yaracuyano Kamel Salame era un narcotraficante y líderes opositores se hacían eco de esa presunción falsa e interesada acentuado el abuso de poder materializado en su caso torpedeando acciones judiciales y gestiones emprendidas en su favor.

Quien le dio estatus de preso político a Kamel Salame fue el diputado Edgar Zambrano, sin otro interés de que en su caso se inclinara la balanza de la justicia a su favor, lo incluyó en la lista de presos políticos mucho antes del triunfo legislativo opositor del 2015, también figura en su informe de gestión parlamentaria (http://cort.as/-IFl-), además de estimular siempre al colega José Luis Centeno y a quien suscribe a seguir firmes en la defensa de Salame. Todo eso fue antes que Luisa Ortega Díaz, en su condición de Fiscal General de la Republica, admitiera ante la Sala Constitucional del TSJ que fue un error calificar a Kamel Salame de narcotraficante. Y eso se agradece, más cuando existen diputados y diputadas que aún siguen insistiendo en estigmatizar a Kamel Salame con esa etiqueta.

Sé que en el caso de Zambrano hay una buena defensa, a cargo de una mujer con mucho guáramo, la Dra. Lilia Camejo Gutiérrez, a quien no le ha temblado la voz para denunciar ante los medios de comunicación la barbaridad de privarlo de libertad sin abogados de su confianza y a hurtadillas, un claro indicio de la bajeza extendida hasta la Defensa Pública que se prestó para ese atropello, haciendo la ley a un lado, pasándose por el arco del triunfo derechos y garantías procesales cuyo significado y alcance repudian a diario tan reprochables administradores de justicia.

Si a esa desvergüenza usted le suma su desaparición, sin saberse a ciencia cierta dónde y cómo se encontraba, sin que ninguna autoridad diera señales de vida de Zambrano, solo rumores, incluso de que le había dado un infarto, sumergiendo a su familia en angustia y desesperación, obligando a su hija Soley Zambrano a pedir una fe de vida: “Quiero hacer un llamado a las autoridades pertinentes para que den una fe de vida del diputado Edgar Zambrano, quien es mi padre”. Eso lo hizo Soley después de haber ido a Fuerte Tiuna y a El Helicoide, pero nadie le dio respuesta del paradero de su padre, lo que espera ella, todos sus familiares, sus abogados defensores y muchos de nosotros es que esté bien y que no corra la misma suerte del concejal Fernando Albán.

Los rumores van y vienen, sin que hagan mella en mi profundo sentimiento de solidaridad con el Diputado Edgar Zambrano y su familia, como también se lo he expresado al resto de los diputados criminalizados por participar en el levantamiento cívico-militar del 30 de abril. Ante tanta persecución y ensañamiento es alentador que la OEA aprobara por consenso una resolución para pedir la libertad inmediata del primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, una decisión trascendental en la historia política latinoamericana.

Las expresiones populares no se equivocan, luego es una gran verdad que “En la cárcel y en la enfermedad se conocen los amigos…”, esas personas con las que incondicionalmente contamos en todo tipo de circunstancias, por eso me solidarizo con mi amigo Edgar José Zambrano Ramírez.

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