Una de las víctimas de los asesinatos de la ballesta en Alemania era un gurú

Foto cortesía El País

El hombre cuyo cuerpo fue descubierto lleno de saetas de ballesta en Alemania era un gurú dominador de una secta esotérica, de la que también formaban parte las otras mujeres asesinadas en esta caso que conmociona al país, según medios locales.

El caso mezcla sospechas de manipulación sexual, esoterismo medieval y un pacto para suicidarse pero todavía hay muchos interrogantes.

Este miércoles la policía indicó que todavía se necesitan dos o tres semanas para determinar las circunstancias de la muerte de las cinco personas, cuatro mujeres y un hombre, hallados en dos lugares del norte y el sur de Alemania, separados por 600 kilómetros.





Todas las víctimas estaban relacionadas, también íntimamente, según los medios.

El hombre, identificado como Torsten WW, de 53 años, parece haber tenido un papel central en el grupo. Según la cadena de televisión RTL y el periódico Bild se comportaba como un gurú tiránico para controlar a las cuatro mujeres.

“Los investigadores sospechan que todos eran miembros de algún tipo de grupo sexual focalizado en la Edad Media. Torsten W. podría haber sido su gurú”, dijo RTL.
Bild afirma que el hombre estuvo “en relación con varias mujeres que controlaba como un amo”.

El hombre de 53 años llevaba una larga barba blanca, tenía una tienda de productos medievales en Renania Palatinado (oeste) llamada “Milites Conductius” y organizaba por las noches sesiones de combate con espadas.

También llevaba tatuados símbolos alquimistas, un movimiento esotérico de la Edad Media.

Los cuerpos de las cinco víctimas fueron encontrados en dos lugres distintos, el sábado y luego el lunes.

La policía descubrió primero el cuerpo del hombre y de dos mujeres, Kerstin E. y Farina C., en la habitación de un hotel en Passau (Baviera). Los tres habían llegado la víspera.

Las otras dos víctimas, Gertrud C. y Carina U., fueron halladas en el apartamento de Farina C., a más de 600 kilómetros al norte, en la localidad de Gifhorn, en Baja Sajonia.

Carina U., de 19 años, era depresiva y cortó la relación con sus padres bajo la influencia de Torsten W., contaron sus padres a la cadena RTL. Ambos se conocieron durante entrenamientos de deportes de combate.

Su madre recuerda que “solo hablaba de Torsten” mientras su padre asegura que todavía no entiende “que alguien pueda manipular así a una personas entre cuatro y seis semanas” porque su hija antes era “feliz”.

Alexander Krüger, que alquiló una propiedad al presunto gurú en 2017, aseguró al periódico Bild que en esa época vivía con una pareja de lesbianas a las que les daba órdenes.

“El lenguaje corporal [de las mujeres] era devoto, con la cabeza gacha”, recuerda el propietario, que terminó expulsándole tras una pelea.

Los investigadores apuntan a un pacto entre las víctimas para suicidarse, aunque las razones todavía no están claras.

Torsten W. y Kerstin E., que vivían en pareja, murieron ambos por una saeta en el corazón.

Una vez muertos recibieron otras saetas en el cuerpo, lanzadas probablemente por la tercera víctima, Farina C., una mujer de 30 años que luego se habría suicidado disparándose ella misma una saeta en el cuello.

“No hay indicios de que hubiera una pelea entre las personas presentas” en la habitación del hotel, indicó la policía.

Por su parte la autopsia todavía no determinó las causas de la muerte de los dos mujeres del apartamento, Carina U. y Gertrud C., que no tienen “ningún signo de violencia externa”.

AFP/Ralf Isermann y Thierry Tranchatnt